La humanidad se encuentra viviendo una transición entre la era tecnológica que avanza con grandes pasos.
Sin embargo, los científicos aún siguen buscando evidencias que acerquen la aparición de la humanidad a un ancestro común y poder comprender ese salto evolutivo que dio nuestra especie para poder consolidarnos en la población que, hoy en día se conoce.
Gracias al trabajo realizado por los antropólogos en una ardua investigación por comprender la forma de vida de antiguas civilizaciones y asentamientos humanos es como, se ha podido averiguar y comprender sobre las primeras civilizaciones humanas.
Estos descubrimientos sitúan eventos importantes que marcaron la forma de vida como la conocemos. Desde el conocimiento empírico a través de la observación que permitió la existencia de la agricultura y ganadería, hasta comprender fenómenos astronómicos y las bases en las que se fundó la medicina antigua, utilizando plantas medicinales para tratar enfermedades y, ahora se conoce que hace 31 mil años, se práctico lo que ahora se conoce cómo, la amputación más antigua.
Definitivamente los descubrimientos de nuestros antepasados no dejan de sorprender por su comprensión y forma de vida con los limitados recursos de la época que, para muchos de nosotros, nos parecería imposible de realizar sin ayuda de la tecnología.
Uno de los descubrimientos más impresionantes ha sido el reciente descubrimiento de Neve, los restos de la bebé más antigua encontrada en el viejo continente. El hallazgo revela un interesante dato sobre como se llevaba a cabo la crianza y maternidad en la época.
El cuerpo de la pequeña Neve fue encontrado envuelto en una tela adornada con conchas y se creé que al morir su madre cargaba al infante cerca del seno en una especie de cabestrillo de la época especial para cargar a los recién nacidos.
Dicho en otras palabras, desde hace más de 10 mil años, el Homo sapiens ya contaba con un sistema de cuidados especiales para poder llevar a cabo el período de gestación y poder realizar seguramente, actividades de agricultura sin separar a las madres del recién nacido.
A partir de los restos dentales de la recién nacida fue como los investigadores determinaron que se trata de la bebé más antigua de Europa. De acuerdo a lo reportado en el estudio que se llevó a cabo, los entierros infantiles son extremadamente raros y la tela con la que fue envuelta Neve se conservó.
¿Cómo eran los prehistóricos?
Gracias al descubrimiento de Neve ahora se sabe que, el Homo sapiens ya tenía consideraciones para los embarazos y período de gestación, además de la implementación de artefactos que facilitar cargar a un recién nacido y que se llevaba a cabo un ritual o ceremonia de entierro, utilizando cuentas alrededor de la tumba del ser amado.
La forma como fue enterrada la pequeña Neve sugiere que, fue un bebé amado por sus familiares cercanos, observando gran detalle en las conchas que fueron previamente perforadas y cosidas a la tela en la que fue envuelto el cuerpo.