Un gran globo de látex, gas helio y una sonda diminuta, que apenas pesa 30 gramos, son elementos insustituibles para un ejercicio que diariamente se realiza en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a fin de obtener datos detallados de nuestra atmósfera. A esta práctica se le conoce como radiosondeo.
Nos permite elaborar capas para poder analizar la estabilidad atmosférica desde el punto de vista termodinámico, esto nos da parámetros como el índice de estabilidad, la cantidad de energía que hay en la atmósfera”, Víctor Rodolfo Ramos Benítez, jefe de proyecto de Redes de Altura, SMN, Conagua
Estas mediciones se realizan simultáneamente en diversas partes del mundo. En nuestro país, el Servicio Meteorológico lanza estas sondas desde 15 estaciones distribuidas en todo el territorio nacional.
"La observación se realiza desde nivel de superficie hasta los 25 kilómetros, aproximadamente en altura. Esto nos cubre toda la tropopausa que es la parte de la atmósfera donde se desarrollan todos los fenómenos meteorológicos que pueden afectar las actividades humanas”, Víctor Ramos.
La sonda que lleva el globo meteorológico está equipada con sensores que, cada segundo, recopilan datos de temperatura, humedad, velocidad de vientos y presión atmosférica. Mientras asciende, esta información se transmite a los centros de control en tierra y permite elaborar con gran detalle documentos que en meteorología se conocen como “cartas de altura”, cuya principal utilidad es anticipar la formación de tormentas severas.