En 1610 nos dimos cuenta por primera vez, gracias a las observaciones de Galileo Galilei, de que la Tierra no era el único cuerpo del sistema solar con estructura y complejidad. Vimos que las manchas en la superficie de la Luna proyectan sombras y que Júpiter tiene una atmósfera interesante y lo orbitan varias lunas. Desde entonces no hemos dejado de aprender sobre el universo en general y sobre nuestro sistema solar en particular, descubriendo en el proceso que lo que nos maravilla aquí en la Tierra no es más que una pequeña muestra de lo que es posible. Si alguna vez has visitado la alta montaña, probablemente hayas disfrutado de sus paisajes sobrecogedores. Pues bien, obviando la flora y fauna, los paisajes extraterrestres no tienen nada que envidiar a nuestros montes, valles y volcanes. En el sistema solar podemos encontrar cantidad de prominencias que harían palidecer a las de nuestro planeta. Algunas tienen origen similar al que dio lugar a la geografía terrestre, pero otras se formaron mediante procesos totalmente diferentes. Hablemos sobre alguna de estas montañas.
Olympus Mons
El Monte Olimpo u Olympus Mons, es la montaña más alta del sistema solar, se encuentra en Marte y se eleva 21’9 kilómetros por encima del nivel medio de la superficie marciana y unos 26 kilómetros por encima de las planicies al norte. Esta montaña es de origen volcánico y algunos flujos de lava observados en sus laderas sugieren que tiene una antigüedad de apenas 100 millones de años. Esto significa que podría seguir activo. Este volcán es tan grande, que su base tiene un área similar a la de Polonia y el cráter en su cima tiene una anchura que llega a los 80 kilómetros, con las paredes interiores del cráter desplomándose más de 3 kilómetros.
Cráter Rheasilvia
El cráter Rheasilvia, del asteroide Vesta, es uno de los cráteres más grandes del sistema solar, ocupando casi la totalidad del hemisferio sur del asteroide y con un diámetro que es el 90 % del diámetro del propio Vesta. En la región central el cráter tiene una prominencia que se eleva unos 20 kilómetros por encima del terreno circundante. Puesto que el origen de este pico es por un cráter de impacto y al ser Vesta tan irregular y estar deformado por el propio cráter, resulta difícil definir la prominencia central como montaña y más aún considerarla como una de las más altas del sistema solar. Aún así, considerábamos que debía aparecer en esta lista.
Cordillera ecuatorial de Jápeto
La luna Jápeto de Saturno es la tercera luna más grande del gigante helado, con algo más de 700 kilómetros de radio que tiene la conocida como cordillera ecuatorial recorriendo más de 1 300 kilómetros a lo largo de su ecuador, con una elevación media de unos 13 kilómetros y picos de hasta 20 kilómetros de altura. Ninguno de estos picos ha sido medido aisladamente y con precisión, aunque resulta poco probable que superen al Monte Olimpo o al cráter Rheasilvia. Esta cordillera da a Jápeto apariencia de nuez. Actualmente se desconoce su origen y no sabemos si proviene del interior, a partir de material menos denso o que surgió a la superficie por actividad volcánica o si proviene de un antiguo sistema de anillos que acabó cayendo a la superficie del satélite.
Boösaule Mons
El pico sur del Boösaule Mons es la montaña más alta de la luna Io de Júpiter, con hasta 18.5 kilómetros de altura sobre el terreno colindante. Esta montaña es de origen tectónico. Io es uno de los cuerpos con mayor actividad geológica del sistema solar, fruto del calor generado en su interior como resultado de la fricción generada por el tirón gravitatorio de Júpiter y de las otras grandes lunas del sistema joviano. Muestra de esta alta actividad geológica son los más de 400 volcanes activos que conocemos sobre Io, en comparación con los alrededor de 60 volcanes activos en la Tierra en un momento dado.
Everest o Mauna Kea o Chimborazo
A la hora de clasificar la altura de las montañas terrestres utilizamos el nivel del mar como punto de partida. Utilizando este criterio, obtenemos que el Monte Everest es la montaña más alta de la Tierra, con 8848 metros de altura sobre el nivel del mar. Sin embargo podríamos utilizar otros criterios. Si por ejemplo quisiéramos simplemente medir qué montaña tiene más altura desde la base hasta el pico obtendríamos que el Everest no supera los 4 kilómetros de altura, mientras que el volcán Mauna Kea, situado en Hawaii, alcanza los 10'2 kilómetros de altura. Según esta definición el Teide sería una de las montañas más altas, con 7’5 kilómetros desde la base hasta la cima. Si consideráramos que la montaña más alta de la Tierra es la que tiene su pico a mayor distancia del centro de la Tierra entonces ésta sería el volcán Chimborazo, situado en Ecuador. Esto es así por el abultamiento que sufre nuestro planeta en torno al ecuador, por estar rotando sobre sí misma.
Otras montañas espectaculares
Otras montañas no estarían entre las más altas, pero son igualmente impresionantes por pertenecer a cuerpos pequeños o remotos. Una de ellas sería el pico central del cráter Herschel, en la luna Mimas de Saturno, con unos 7 kilómetros de altura. Otra sería el Monte Tenzing en Plutón, con sus 6,2 kilómetros de altura y compuesto principalmente de hielo de agua, un material que a las temperaturas del planeta enano resulta tan duro como las rocas terrestres. La cima Selena, en la luna, situada unos 10’8 kilómetros por encima del nivel medio para la superficie lunar sería el punto más alto sobre nuestro satélite.
Referencias:
Vega, P. (11 October 2011). "New View of Vesta Mountain From NASA's Dawn Mission". Jet Propulsion Lab's Dawn mission web site. NASA.
Giese, B. et al, 2008, "The topography of Iapetus' leading side" (PDF). Icarus. 193 (2), doi:10.1016/j.icarus.2007.06.005
Schenk, P.; Hargitai, H. "Boösaule Montes". Io Mountain Database.