Tras abandonar su "órbita lunar retrógrada distante" y en su camino de regreso a la Tierra, la nave espacial Orión, de la misión Artemis I, volvió a entrar en la esfera de influencia lunar, convirtiendo a la Luna en la principal fuerza gravitatoria que actúa sobre ella, informó la NASA.
Orión comenzó ayer su día 19 de vuelo de una misión no tripulada, de 25 días, para explorar la Luna mediante el programa Artemis y luego enviar astronautas.
La cápsula, que lleva a bordo 3 maniquíes y está enviando fotografías y videos en tiempo real a la Tierra, se prepara para una maniobra hoy de sobrevuelo de la Luna para luego emprender el regreso.
Orión sobrevolará la Luna a una distancia de 127 km, en lo que será su última maniobra de acercamiento para encaminarse hacia un amerizaje frente a la costa del sur de California, el próximo domingo.
La entrada a la esfera lunar ocurrió en la tarde del sábado cuando la nave espacial estaba a unos 64,362 km de la superficie de la Luna y a 356,678 km de la Tierra, detalló el blog de la misión.
Orión estuvo el sábado aproximadamente 4 horas y media sin comunicación con la Red de Espacio Profundo de la NASA, mientras se "reconfiguraban las estaciones terrestres", pero unos comandos automatizados guiaron a la nave durante ese tiempo, informó la agencia de EU.
La nave saldrá de la esfera de influencia lunar por última vez mañana, añadió la NASA.
El pasado 28 de noviembre, la Orión alcanzó la máxima distancia lograda por nave alguna desde la Tierra: 434,522 kilómetros, superando así la distancia récord del Apolo 13.
La cápsula, que viajaba a 8,200 k/h, rompió el récord de la distancia más lejana recorrida desde la Tierra por cualquier nave espacial.