Un equipo liderado por Zack Dickeson, geólogo planetario en el Natural History Museum (NHM), utilizó imágenes y datos de la Cámara Contextual, el Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución (HiRISE) y el Sistema de Imágenes de Emisión Térmica (THEMIS) de la NASA para estudiar en detalle un área de aproximadamente 22 mil kilómetros cuadrados en la región marciana de Arabia Terra.
La región de Arabia Terra se sitúa en la transición entre estas dos regiones y se cree que contiene algunas de las rocas más antiguas del planeta, con más de 3 mil 700 millones de años.
El estudio
Los investigadores se centraron en las características de los paleolagos, incluidos los niveles de los lagos, las cuencas de drenaje, los abanicos y las salidas de los lagos.
Descubrieron que las formas de los lagos eran irregulares en comparación con los lagos de forma circular que se encuentran en los cráteres de las tierras altas del sur.
Además, había indicios de entradas de agua superficial que llenaban los lagos, así como de corrientes de salida que los drenaban, formando una cadena de lagos en cascada.
Según Eos, revista de la American Geophysical Union, el equipo también observó múltiples niveles de agua en el pasado en cada uno de los paleolagos, lo que indica que los lagos persistieron durante largos periodos de tiempo durante el Noaceno, en lugar de formarse y desaparecer rápidamente.
Los investigadores concluyeron que, para mantener el llenado y drenaje de los lagos, el agua líquida debió de ser habitual, con aportaciones constantes al sistema lacustre procedentes de precipitaciones y aguas subterráneas.
Asimismo, sugieren que el entorno potencialmente habitable en el pasado remoto de Marte indicado por estos paleolagos ofrece un lugar ideal para futuros estudios astrobiológicos y paleoclimáticos.