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Nuevos resultados de la misión de defensa planetaria DART de la NASA confirman que si podríamos desviar asteroides letales para la Tierra

Nuevos resultados de la misión de defensa planetaria DART de la NASA confirman que si podríamos desviar asteroides letales para la Tierra

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Un querido colega nos comparte el presente artículo escrito por Eleanor K. Sansom, publicado el 4 de marzo de 2023 en la revista de divulgación The Conversation y traducido por nosotros para este espacio. Vemos qué nos relatan al respecto…

¿Qué haríamos si detectamos un asteroide peligroso en curso de colisión con la Tierra? ¿Podemos desviarlo con seguridad para evitar el impacto?

El año pasado, la misión de la NASA “Prueba de Redirección de Doble Asteroide” (DART por sus siglas en inglés) trató de averiguar si un "impactador cinético" podría hacer el trabajo: estrellar una nave espacial de 600 kg del tamaño de un refrigerador en un asteroide del tamaño de un campo de fútbol australiano.

Las evidencias iniciales de esta primera prueba en condiciones reales de nuestro potencial sistema de defensa planetaria parecían prometedoras. Sin embargo, hace un par de días ya se publicaron los primeros resultados científicos: cinco artículos en Nature dan cuenta del impacto y analizan cómo cambió el impulso y la órbita del asteroide, mientras que otros dos artículos presentan análisis sobre los escombros arrojados por el mismo impacto.

La conclusión: "la tecnología de impactador cinético es una técnica viable para defender potencialmente la Tierra si fuera necesario".

Los asteroides pequeños pueden ser peligrosos, pero difíciles de detectar

Nuestro sistema solar está lleno de escombros, restos de los primeros días de la formación de planetas. Hoy en día, se sabe que unos 31 mil 360 asteroides merodean alrededor de la vecindad de la Tierra.

Aunque tenemos fichas sobre la mayoría de los grandes, del tamaño de un kilómetro, que podrían acabar con la humanidad si se estrellaran contra la Tierra, la mayoría de los más pequeños pasan desapercibidos.

Hace poco más de diez años, un asteroide de 18 metros explotó en nuestra atmósfera sobre Chelyabinsk, Rusia. La onda expansiva destrozó miles de ventanas, causando estragos e hiriendo a unas 1.500 personas.

Un asteroide de 150 metros como Dimorphos no acabaría con la civilización, pero podría causar bajas masivas y devastación regional. Sin embargo, estas rocas espaciales más pequeñas son más difíciles de encontrar: creemos que hasta ahora solo hemos visto alrededor del 40% de ellas.

 

La misión DART

Supongamos que espiamos un asteroide de esta escala en curso de colisión con la Tierra. ¿Podríamos empujarlo en una dirección diferente, alejándolo del desastre?

Golpear un asteroide con la fuerza suficiente para cambiar su órbita es teóricamente posible, pero ¿realmente se puede hacer? Eso es lo que la misión DART se propuso determinar.

Específicamente, probó la técnica del "impactador cinético", que es una forma elegante de decir "golpear el asteroide con un objeto que se mueve rápidamente".

 

El asteroide Dimorphos era un blanco perfecto. Estaba en órbita alrededor de su primo más grande, Didymos, en un bucle que tardó poco menos de 12 horas en completarse.

El impacto de la nave espacial DART fue diseñado para cambiar ligeramente esta órbita, ralentizándola un poco para que el bucle se encogiera, reduciendo aproximadamente siete minutos de su viaje de ida y vuelta alrededor de Didymos.

 

Una nave espacial autodirigida

 

Para que DART mostrara que la técnica del impactador cinético es una posible herramienta para la defensa planetaria, necesitaba demostrar dos cosas:

 

  • que su sistema de navegación podría maniobrar de forma autónoma y apuntar a un asteroide durante un encuentro de alta velocidad

 

  • que tal impacto podría cambiar la órbita del asteroide.

 

En palabras de Cristina Thomas de la Universidad del Norte de Arizona y sus colegas, que analizaron los cambios en la órbita de Dimorphos como resultado del impacto, "DART ha logrado ambas cosas con éxito".

La nave espacial DART se dirigió a sí misma en el camino de Dimorphos con un nuevo sistema llamado Navegación autónoma en tiempo real de maniobras de cuerpo pequeño (SMART Nav), que utilizó la cámara a bordo para colocarse en una posición de máximo impacto.

Versiones más avanzadas de este sistema podrían permitir que futuras misiones elijan sus propios lugares de aterrizaje en asteroides distantes donde no podemos obtener imágenes del terreno lleno de escombros desde la Tierra. ¡Esto ahorraría la molestia de un viaje de exploración primero!

El propio Dimorphos fue uno de esos asteroides antes de DART. Un equipo dirigido por Terik Daly de la Universidad Johns Hopkins utilizó imágenes de alta resolución de la misión para crear un modelo de forma detallada. Esto da una mejor estimación de su masa, mejorando nuestra comprensión de cómo reaccionarán estos tipos de asteroides a los impactos.

El impacto en sí produjo una increíble columna de material. Jian-Yang Li, del Instituto de Ciencias Planetarias, y sus colegas describieron en detalle cómo el material expulsado fue levantado por el impacto y se desparramó en una cola de escombros de 1.500 km que se pudo ver durante casi un mes.

 

Las corrientes de material de los cometas son bien conocidas y documentadas. Son principalmente polvo y hielo, y se ven como lluvias de meteoritos inofensivos si se cruzan con la Tierra.

Los asteroides están hechos de material más rocoso y más fuerte, por lo que sus corrientes podrían representar un peligro mayor si nos los encontramos. Grabar un ejemplo real de la creación y evolución de estelas de escombros tras la estela de un asteroide es muy emocionante. Identificar y monitorear tales corrientes de asteroides es un objetivo clave de los esfuerzos de defensa planetaria, como la Red de bolas de fuego del desierto que operamos desde la Universidad de Curtin.

 

 

Un resultado más grande de lo esperado

 

Entonces, ¿cuánto cambió el impacto la órbita de Dimorphous? Por mucho más de la cantidad esperada. ¡En lugar de disminuir la trayectoria de su órbita por siete minutos, se había acortado 33 minutos!

Este resultado mayor de lo esperado muestra que el cambio en la órbita de Dimorphos no se debió solo al impacto de la nave espacial DART. La mayor parte del cambio se debió a un efecto de retroceso de todo el material expulsado que voló al espacio, que Ariel Graykowski del Instituto SETI y sus colegas estimaron entre el 0.3% y el 0.5% de la masa total del asteroide.

 

Un primer éxito

 

El éxito de la misión DART de la NASA es la primera demostración de nuestra capacidad para proteger la Tierra de la amenaza de asteroides peligrosos.

En esta etapa, todavía necesitamos una mayor anticipación para usar esta técnica de impactador cinético. En la medida que podamos intervenir con mayor anticipación en la órbita de un asteroide, menor será el cambio que debemos hacer para alejarlo de golpear la Tierra. (Para ver cómo funciona todo, puede jugar con la aplicación NEO Deflection de la NASA).

¿Pero deberíamos? Esta es una pregunta que deberá responderse si alguna vez tenemos que redirigir un asteroide peligroso. Al cambiar la órbita, tendríamos que estar seguros de que no la empujaríamos en una dirección que también nos golpearía en el futuro.

Sin embargo, estamos mejorando en la detección de asteroides antes de que nos alcancen. Hemos visto dos solo en los últimos meses: 2022WJ1, que impactó sobre Canadá en noviembre, y Sar2667, que llegó sobre Francia en febrero.

Podemos esperar detectar mucho más en el futuro, con la apertura del Observatorio Vera Rubin en Chile a fines de este año.

 

Fuente: https://theconversation.com/new-results-from-nasas-dart-planetary-defence-mission-confirm-we-could-deflect-deadly-asteroids-200835

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