Un estudio internacional liderado por biólogos del Instituto español de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-CSIC) alerta de los efectos del calentamiento global sobre la dinámica de las redes microbianas marinas, que desempeñan un papel clave en el mantenimiento de la salud de los océanos y del planeta.
Los microbios marinos son responsables, entre otras cosas, de procesos como el reciclaje de nutrientes o la descomposición de contaminantes.
Para sobrevivir, estos organismos forman complejas redes de interacciones que contribuyen al funcionamiento general de los ecosistemas marinos, unas interacciones microbianas de las que los biólogos aún saben pocas cosas.
Ahora, esta investigación liderada por el ICM-CSIC y en la que también participaron la Universidad de Oslo (Noruega) y la Universidad de Nantes (Francia), revela que las interacciones microbianas siguen un ciclo anual.
En concreto, el estudio descubre que la red de interacciones se articula y desarticula cuando se produce la transición estacional entre aguas más frías y más cálidas, lo que sugiere la existencia de una fuerte conexión entre los cambios estacionales y las redes de interacciones microbianas.
“Nos hemos dado cuenta de que las asociaciones microbianas marinas presentan patrones recurrentes influidos por factores ambientales como la temperatura. A medida que cambia el clima, estos factores se alteran, lo que puede afectar a la composición, estructura y estabilidad de las redes microbianas y alterar procesos esenciales como el ciclo de nutrientes y la transferencia de energía en el medio marino”, avisó la investigadora del ICM-CSIC Ina Maria Deutschmann, autora principal del estudio.
Para hacer el estudio, que publica la revista Microbiome, los biólogos del ICM-CSIC analizaron una serie temporal de diez años del Observatorio Microbiano de la Bahía de Blanes (BBMO), uno de los observatorios microbianos más longevos del mundo.
Luego desarrollaron una nueva metodología para inferir las interacciones de cada muestra microbiana, lo que permitió examinar la dinámica de las asociaciones microbianas a lo largo del tiempo y ver cómo cambian estas interacciones en respuesta a factores ambientales, incluidos los efectos del calentamiento global en los océanos.
Según los investigadores, este nuevo enfoque podría servir para probar hipótesis de interacción microbiana específicas de cada estación del año, y podría aplicarse en estudios del microbioma en otros ecosistemas.
El trabajo desvela una mayor repetibilidad de las interacciones durante los meses más fríos, lo que indica que ciertas interacciones pueden ser más consistentes en condiciones específicas, aunque solo un 0,1 % de las asociaciones fueron confirmadas por la bibliografía existente, lo que pone de relieve la laguna de conocimientos en la comprensión de las interacciones ecológicas microbianas marinas.
“Ante el escenario de calentamiento actual, las futuras líneas de investigación deberían centrarse en comprender los efectos sobre las redes microbianas marinas estudiando distintos ecosistemas, la integración de funciones metabólicas, el aumento de la resolución temporal, la validación de las asociaciones mediante experimentos y desarrollar modelos predictivos para informar a las estrategias de conservación”, según Ramiro Logares, coautor del trabajo.