En los vastos confines del universo, un espectáculo cósmico se desarrolla constantemente: el nacimiento y la muerte de las estrellas. ¿Alguna vez te has preguntado qué procesos ocurren en las profundidades del espacio para que estas gigantes bolas de luz nazcan y eventualmente se desvanezcan en la oscuridad? Aquí desentrañamos los enigmas detrás de estos eventos estelares.
Según la venerable fuente de conocimiento espacial, la NASA, una estrella puede ser visualizada como una ardiente esfera de gas, cuyo brillo intenso es el resultado de una compleja danza nuclear que ocurre en su núcleo.
Nacimiento de las estrellas
Los destellos iniciales de una estrella encuentran su origen en las vastas nubes de gas conocidas como nebulosas, que pueblan las vastedades de las galaxias. Aquí, el hidrógeno, el bloque de construcción estelar por excelencia, es reclutado por la gravedad, dando lugar a un proceso fascinante. A lo largo de millones de años, esta nube de gas hidrogenado se condensa mientras gira en el espacio.
La narrativa cósmica se profundiza aún más cuando los átomos de hidrógeno chocan y se fusionan, creando una efervescencia energética que calienta la nube. Este calor extremo desencadena el deslumbrante ballet de fusión nuclear, caracterizado por temperaturas que superan los 15 millones de grados Celsius.
En este punto, el gas en fusión emite una luz brillante, marcando la llegada de una protoestrella, un preludio emocionante en la sinfonía de la evolución estelar. La masa de esta protoestrella varía según la cantidad de material disponible en la nebulosa que la alberga.
Una vez que la protoestrella alcanza una estabilidad en su masa, se convierte en una estrella madura, irradiando su fulgor en el vacío cósmico durante millones e incluso miles de millones de años.
Muerte de una estrella
Sin embargo, como todas las historias, la de una estrella también tiene un final. Aquí es donde entramos en el penúltimo capítulo: la muerte de una estrella.
Mientras una estrella sigue brillando, su núcleo es un hervidero de fusiones nucleares, transformando el hidrógeno en helio. Llega un momento en que este equilibrio es perturbado, lo que desencadena una contracción dramática.
El telón se levanta en dos posibles desenlaces. En uno de ellos, la "cáscara externa" de la estrella, predominantemente compuesta de hidrógeno, comienza a expandirse. A medida que esta expansión progresa, la estrella se enfría y su tono se tiñe de rojo, lo que nos lleva a la fascinante fase de la "gigante roja". En este estado, la estrella es más fría que en su etapa de protoestrella y su tamaño ha aumentado significativamente debido a su expansión.
Los secretos del cosmos siguen revelándose a medida que exploramos los procesos que dan forma a las estrellas, desde su nacimiento en las nebulosas hasta sus majestuosas despedidas como gigantes rojas. Estas maravillas celestiales continúan iluminando el camino hacia una comprensión más profunda de los misterios del universo.
La cantidad de masa que conforma una estrella es la que determina su siguiente ciclo de vida:
Estrellas medianas:
Mientras que es una gigante roja, el hidrógeno de la “cascara exterior” continúa quemándose mientras que en el núcleo la temperatura aumenta a 200 millones de gados Celsius. Aquí los átomos de helio se funden y forman átomos de carbono en el núcleo mientras que lo que resta del hidrógeno es arrojado hacia afuera formado un anillo alrededor del núcleo nombrado “nebulosa planetaria”.
Cuando lo que queda de helio en el centro termina por fusionarse en átomos de carbono, la estrella mediana comienza su muerte, “la gravedad hace que la materia estelar restante colapse y se compacte”, esta fase es conocida como “enana blanca”, extremadamente densa, brilla con una luz blanca y cuando toda su energía desaparece finalmente muere y se convierte en una “enana negra”.
Estrellas masivas:
Una vez que la estrella llega a la fase de gigante roja, la temperatura del núcleo continúa creciendo mientras que se forman átomos de carbono por la fusión de los átomos de helio y la misma gravedad va juntándolos en el núcleo hasta alcanzar los 600 millones de grados Celsius. Aquí es donde los átomos de carbono forman elementos más pesados llegando a la formación de hierro. Es ahí cuando fusión finaliza su ciclo y los átomos de hierro comienzan a absorber energía que eventualmente será liberada en una poderosa explosión llamada “supernova”, misma que alcanza mil millones de grados Celsius, puede iluminar el cielo durante semanas y da paso a una nueva nebulosa
Dicha temperatura puede dar lugar a nuevos elementos mientras que la estrella se convierte en una estrella de neutrones, conocidas como “púlsares”. Debido a que no hay fusión nuclear que soporte al núcleo la estrella es deglutida por su propia gravedad dando paso a un agujero negro.
Así es como se sabe hasta el momento que nacen y mueren las estrellas en nuestro universo.