Un reciente estudio realizado por un estudiante de posgrado en la Universidad de Duke, Estados Unidos, ha arrojado luz sobre la preocupante presencia de microplásticos en mamíferos marinos. Según esta investigación, se han encontrado partículas microscópicas de plástico en las grasas y pulmones de aproximadamente dos tercios de los mamíferos marinos estudiados.
El estudio, liderado por Greg Merrill Jr., estudiante graduado en el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke, revela que estas partículas de polímero y fibras están presentes en animales marinos de diversas especies, lo que sugiere que los microplásticos podrían migrar más allá del tracto digestivo y alojarse en los tejidos de estos animales.
Merrill advierte sobre los posibles riesgos que esta incrustación de microplásticos podría tener en la salud de los mamíferos marinos. Aunque aún no se ha determinado con certeza el alcance de los daños que podrían causar, existe la preocupación de que los microplásticos puedan actuar como imitadores de hormonas o disyuntores endocrinos en estos animales.
Las muestras para este estudio fueron obtenidas de 32 animales varados o recolectados entre los años 2000 y 2021 en diferentes ubicaciones, incluyendo Alaska, California y Carolina del Norte. Doce especies distintas formaron parte de los datos recopilados, entre ellas una foca barbuda, la cual también presentaba plástico en sus tejidos.
Las partículas de plástico identificadas en los tejidos variaban en tamaño, con un rango promedio de 198 a 537 micrones. Para poner en perspectiva, un cabello humano tiene un diámetro de alrededor de 100 micrones. Además de la posible amenaza química, Merrill enfatiza que los fragmentos de plástico pueden provocar daños físicos al desgarrar y deteriorar los tejidos de los animales.
El estudiante graduado planea llevar a cabo la siguiente fase de su investigación utilizando líneas celulares cultivadas a partir de tejido de ballenas, con el fin de realizar pruebas de toxicología de las partículas plásticas.
Entre los hallazgos más destacados, se encontró que las fibras de poliéster, comunes en las lavadoras, y el polietileno, utilizado en envases de bebidas, fueron los microplásticos más prevalentes en las muestras de tejido. Además, el plástico azul se destacó como el color más común encontrado en los cuatro tipos de tejido analizados.
Estos resultados subrayan la omnipresencia de los microplásticos en los océanos y la gravedad del problema. Merrill concluye que, aunque la mayoría de los microplásticos probablemente pasan a través del sistema digestivo y son excretados, una proporción termina acumulada en los tejidos de los animales marinos.
Este estudio resalta la necesidad de una mayor conciencia y acción en relación con la contaminación plástica en los océanos. La acumulación de microplásticos en los mamíferos marinos representa una amenaza adicional para estas criaturas ya vulnerables, exacerbando los desafíos que enfrentan debido al cambio climático, la contaminación y otros factores.
Greg Merrill Jr., estudiante graduado en el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke, declaró:
"Esta es una carga adicional además de todo lo demás que enfrentan: el cambio climático, la contaminación, el ruido, y ahora no solo están ingiriendo plástico y lidiando con los pedazos grandes en sus estómagos, también están siendo interiorizados. Alguna proporción de su masa ahora es plástico."