En un sorprendente desarrollo lunar, la sonda rusa Luna-25, cuya misión experimentó una falla catastrófica hace quince días, ha dejado su huella en la superficie lunar en forma de un cráter recién formado.
Las imágenes recopiladas por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA han confirmado la presencia de un "cráter de impacto" en el sitio que coincide con el punto de la misión Luna-25, según lo anunciado en un comunicado de la NASA.
El colapso de la misión, que tenía como objetivo principal convertirse en la primera nave en alunizar en el Polo Sur lunar, fue confirmado por las autoridades rusas el pasado 19 de agosto. Los análisis iniciales del accidente revelaron que el desvío de los parámetros de impulso previamente calculados fue la causa principal del trágico desenlace.
Las imágenes capturadas por el LRO muestran claramente la formación del nuevo cráter en la superficie lunar, el cual se cree que es el resultado directo del impacto de la sonda Luna-25. La NASA ha subrayado la coincidencia entre la ubicación del cráter y el lugar donde se esperaba que la sonda aterrizara.
Esto ha llevado a los expertos a concluir que el cráter fue formado por el impacto de la sonda y no por un proceso natural.
“Dado que este nuevo cráter está cerca del punto de impacto estimado de Luna-25, el equipo de LRO concluye que es probable que provenga de esa misión, en lugar de un impactador natural”, explicó un portavoz de la NASA.
El nuevo cráter tiene unos 10 metros de diámetro y está situado a 57,865 grados de latitud sur y 61,360 grados de longitud este a una altura de unos -360 metros.
El punto de impacto se produjo en el borde interior empinado (de más de 20 grados) del cráter Pontécoulant G, a unos 400 kilómetros del punto de aterrizaje previsto de Luna-25 a 69,545 grados sur, 43,544 grados este.
Lanzado el 18 de junio de 2009, el LRO, asegura la NASA, “ha recopilado un tesoro de datos con sus siete potentes instrumentos, haciendo una contribución invaluable a nuestro conocimiento sobre la Luna”.
Tras la fallida misión rusa, el pasado 23 de agosto India se convirtió en el cuarto país en pisar la luna después de que la nave Chandrayaan-3 alunizara con éxito en el polo sur de la Luna, tras una compleja maniobra de descenso sobre la superficie de la cara más meridional del satélite, nunca antes explorada.
Chandrayaan-3 necesitó 40 días para su recorrido desde que despegó el pasado 14 de julio con el cohete de lanzamiento más grande y pesado de la India.
Pese al fallo de Luna-25, Rusia, que no lanzaba naves a la Luna desde hacía medio siglo, no se ha dado por vencida: el director general de Roscosmos, Yuri Borísov, ya expresó su confianza en que “la misiones Luna 26, 27 y 28 sean exitosas”.