La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), ha utilizado el Observatorio Swift Neil Gehrels, lanzado en 2004, para realizar un descubrimiento astronómico: un inmenso agujero negro en las profundidades de una galaxia remota que se deleitaba en "mordisquear" repetidamente a una estrella similar a nuestro propio Sol.
Los datos recopilados por este observatorio se procesaron mediante un innovador método de análisis a través del Telescopio de Rayos X (XRT) de un satélite, marcando el comienzo de una nueva era en la ciencia espacial.
El programa de la NASA ha generado un impactante video que muestra a este agujero negro en acción, devorando la estrella como si fuera un bocadillo cósmico.
Este avance tecnológico ha sido posible gracias a la colaboración de un equipo internacional de científicos de Swift, quienes han expandido las fronteras de la astrofísica para brindar a la comunidad científica un material visual sin igual.
Según Phil Evans, astrofísico de la Universidad de Leicester en el Reino Unido y miembro de este equipo, “esta nueva habilidad, se está haciendo una ciencia aún más interesante”.
Este agujero negro y su infortunada víctima estelar han sido bautizados con el nombre colectivo de "Swift J023017.0+283603", o simplemente Swift J0230, y sus impresionantes hazañas se han publicado en la revista Nature Astronomy el pasado jueves 07 de septiembre.
¿Qué ocurre cuando una estrella se aproxima a un agujero negro?
Según un comunicado de la NASA, cuando una estrella se acerca demasiado a estos colosos espaciales, las fuerzas gravitacionales generan una intensa "marea" que destroza la estrella y crea una corriente de gas. Este material resultante comienza a girar alrededor del agujero negro, mientras una porción de él escapa del sistema.
Estos eventos destructivos son conocidos como "eventos de perturbación de mareas" y los astrónomos los observan como espectaculares destellos de luz en múltiples longitudes de onda, generados cuando los escombros impactan contra un disco de material que ya orbita alrededor del agujero negro.
Lo que ha intrigado a los astrónomos y los ha llevado a investigar a fondo este proceso de "espaguetización" es la detección de variaciones en este fenómeno, que han sido denominadas como "perturbaciones de marea parciales o repetidas". En estos casos, después de que la estrella se acerca al agujero negro, en lugar de ser destruida de inmediato, se expande y arroja material, sobreviviendo a la calamidad. Este trágico y violento proceso se repite hasta que la estrella finalmente pierde demasiado gas y se rompe por completo.
Las características únicas de cada estrella y sistema de agujeros negros determinan el tipo de emisión que los científicos pueden observar, lo que crea una amplia gama de comportamientos cósmicos para categorizar.
Este asombroso descubrimiento marca solo el comienzo de una apasionante investigación que promete revelar más secretos sobre los misteriosos agujeros negros y su influencia en el cosmos.