Una nueva especie de tarántula con una deslumbrante coloración azul eléctrica ha sido descubierta en un exuberante bosque de manglares en la provincia tailandesa de Phang-Nga, al sur del país.
El primer encuentro con esta misteriosa araña azul se produjo en un espeso árbol de manglar. Las tarántulas de esta especie son conocidas por su inhabitual hábito de ocupar huecos en los árboles, lo que complica enormemente su captura.
"El primer ejemplar que encontramos estaba en un árbol del manglar. Estas tarántulas habitan en árboles huecos, y la dificultad de atrapar una tarántula de color azul eléctrico radica en la necesidad de trepar a un árbol y atraerla fuera de un complejo de huecos en medio de la humedad", explica Narin Chomphuphuang, de la Universidad de Khon Kaen, cuyo hallazgo ha sido publicado en la revista ZooKeys.
Lo más asombroso de esta especie recién descubierta es que su impresionante tono azul no se debe a pigmentos azules, sino a la extraordinaria estructura de sus cabellos. Estos incorporan nanoestructuras que manipulan la luz, dando como resultado esta sorprendente apariencia azul.
El azul es un color sumamente raro en la naturaleza, lo que hace que la coloración azul en los animales sea particularmente fascinante. Para lograr este tono, un objeto debe absorber cantidades ínfimas de energía mientras refleja luz azul de alta energía, un proceso complejo que hace que el azul sea poco común en la naturaleza.
Aún más intrigante es la capacidad de esta tarántula de mostrar no solo un vibrante azul, sino también un hermoso tono violeta, creando un efecto iridiscente verdaderamente extraordinario.
Según Narin, esta especie se encontraba previamente en el mercado comercial de tarántulas, conocida como 'Tarántula azul eléctrica de Chilobrachys sp.', pero carecía de documentación que describiera sus características distintivas y su hábitat natural.
La tarántula azul eléctrica ha demostrado ser notablemente adaptable, prosperando tanto en madrigueras arbóreas como terrestres en bosques siempre verdes. Sin embargo, cuando se trata de bosques de manglares, su hábitat se limita a residir dentro de los huecos de los árboles debido a la influencia de las mareas.