Un intrigante fenómeno que ocurrió hace unos 3,000 años en el campo magnético de la Tierra ha sido revelado gracias a la inscripción de nombres de reyes de Mesopotamia en antiguos ladrillos de arcilla.
Un estudio recientemente publicado en PNAS detalla cómo estos cambios en el campo magnético terrestre quedaron grabados en minúsculos granos de óxido de hierro, proporcionando una nueva visión de este misterio.
El equipo de investigadores empleó técnicas arqueomagnéticas para reconstruir la dirección e intensidad del campo magnético a lo largo del tiempo y datar materiales arqueológicos.
Sus hallazgos corroboraron datos previos sobre una inusual intensidad del campo magnético entre 1050 y 550 A.C. en la región actual de Irak, durante un período conocido como la "anomalía geomagnética de la Edad del Hierro levantina". Este fenómeno se había detectado previamente en lugares distantes como China, Bulgaria y las Azores, pero la información del sur de Oriente Próximo era limitada.
El campo magnético terrestre experimenta fluctuaciones a lo largo de la historia, y estas variaciones dejan una marca característica en minerales sensibles al magnetismo. Para su estudio, el equipo analizó la firma magnética en granos de óxido de hierro incrustados en 32 ladrillos de arcilla procedentes de antiguos yacimientos mesopotámicos, cada uno inscrito con el nombre de un rey.
Durante el proceso de cocción de estos ladrillos, los minerales registraron la intensidad del campo magnético de la Tierra de ese momento, lo que permitió a los investigadores mapear los cambios en el campo a lo largo del tiempo.
Cinco de las muestras, correspondientes al reinado de Nabucodonosor II entre 604 y 562 A.C., indicaron un cambio drástico en el campo magnético en un período relativamente corto, respaldando la teoría de que se producen picos rápidos de intensidad.
Este descubrimiento también proporciona a los arqueólogos una nueva herramienta para fechar artefactos antiguos, como ladrillos y cerámica, que carecen de material orgánico para la datación convencional.
El University College of London, uno de los colaboradores en la investigación, señaló que este trabajo establece una base de datación importante para futuros estudios arqueológicos.
Además, los investigadores lograron asociar las inscripciones sumerias y acadias en los ladrillos con los reinados de 12 reyes mesopotámicos, ofreciendo una datación más precisa que los métodos de radiocarbono.
Esto resulta especialmente valioso dado que la duración y el orden de los reinados mesopotámicos han sido motivo de debate en la comunidad arqueológica debido a la falta de registros históricos completos.
Los investigadores descubrieron que su técnica coincidía con una interpretación de los reinados de los reyes conocida por los arqueólogos como “cronología baja”.
Según los autores, estos hallazgos proporcionan una visión de la dinámica del campo magnético terrestre y establecen una línea de base para datar con precisión los materiales arqueológicos de Mesopotamia durante los tres primeros milenios antes de Cristo, una región y un periodo relevantes para los estudios sobre el desarrollo del urbanismo y la complejidad social.