Cada año, el comienzo del nuevo año nos brinda un emocionante evento astronómico para contemplar: la máxima actividad de la lluvia de estrellas de las Cuadrántidas.
Estas estrellas fugaces, que suelen estar activas desde finales de diciembre hasta la segunda semana de enero, tienen un punto culminante que se alcanza durante los primeros días del año.
Lo que hace que las Cuadrántidas sean tan especiales es su breve pero intenso espectáculo en el cielo. A diferencia de otras lluvias de estrellas que mantienen su máxima actividad durante aproximadamente dos días, las Cuadrántidas tienen un pico de actividad que dura solo unas pocas horas.
Los amantes de la astronomía en México tendrán la oportunidad de disfrutar al máximo este fenómeno la noche del miércoles 3 al jueves 4 de enero.
Según el sitio timeanddate, se encontrará en su mayor punto de actividad a partir de las 2:10 am, hora del centro de México, hasta las 6:23 am, del jueves 4 de enero.
Durante estas horas, la visibilidad será excepcionalmente buena, con la posibilidad de observar hasta 110 meteoros por hora, lo que compensa la brevedad de este evento celeste.
Para apreciar adecuadamente las Cuadrántidas, se aconseja buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante 15 a 20 minutos. Además, es importante vestirse con ropa adecuada para el clima y estar cómodo, ya que la observación de meteoros implica paciencia y espera.
Aunque no es necesario, se puede dirigir la mirada hacia su radiante, es decir, el punto en el que parecen originarse, que estará ubicado entre las constelaciones de Draco, Hércules, Corona Borealis y Boötes, que se pueden encontrar utilizando aplicaciones como SkyView o StarWalk.
¿De dónde provienen las Cuadrántidas?
Esta lluvia de estrellas se debe a que la Tierra cruza un anillo poblado de fragmentos, supuestamente desprendidos del asteroide 2003 EH1.
Estos fragmentos ingresan a la atmósfera terrestre y se queman, creando los brillantes destellos que conocemos como estrellas fugaces, en este caso, las Cuadrántidas.
La lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, denominado radiante, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces cuya localización se suele utilizar para nombrar a la lluvia de estrellas.
El lugar de donde parecen salir las cuadrántidas se encuentra al norte de la constelación de Bootes (el Boyero), cerca de la cola de la Osa Mayor.
El nombre de las Cuadrántidas tienen su origen en Quadrans Muralis, una constelación ya desaparecida, pues quedó fuera de la lista de constelaciones de la Unión Astronómica Internacional en 1922, pero como ya había recibido su nombre, no se modificó.