Un sorprendente hallazgo ha transformado nuestra comprensión de los bosques submarinos en la costa del Pacífico.
Se creía que estos ecosistemas evolucionaron hace 14 millones de años de manera conjunta, pero un reciente estudio ha revelado que las algas ya estaban presentes hace 32 millones de años, aunque sin la rica diversidad de animales actuales.
En la actualidad, estos bosques submarinos son hogar de una amplia variedad de vida salvaje, como nutrias, leones marinos, focas y diversas aves, peces y crustáceos.
El estudio ha demostrado que entonces los kelps (un tipo de alga marina) estaban allí, “solo que los organismos que uno espera encontrar asociados a ellos no estaban”, comenta Cindy Looy, catedrática de Biología Integrativa de la Universidad de California y autora principal de la investigación.
Pero para Looy, “esto no resulta tan extraño, porque primero deben surgir los cimientos del sistema antes de que pueda aparecer todo lo demás”, razona.
La investigación sostiene que en ese periodo, hace 32 millones de años, los bosques de algas eran esenciales para el desmostílido, un mamífero marino extinto de tamaño similar a un hipopótamo y emparentado con vacas marinas, manatíes y elefantes actuales.
Los detalles de la investigación se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences este lunes. Los científicos basaron su estudio en fósiles de kelps, datando estas algas fosilizadas hace 32.1 millones de años, durante la Era Cenozoica.
Hasta ahora, el fósil de alga más antiguo conocido databa de hace 14 millones de años, pero estos nuevos hallazgos desafían esa creencia.
“Nuestros fósiles son una buena prueba de que las algas eran la fuente de alimento de un enigmático grupo de mamíferos marinos, los desmostylia, el único orden de mamíferos extinguido en el Cenozoico”, apunta Steffen Kiel, autor principal y conservador jefe del Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo.
Los fósiles, descubiertos por un coleccionista, fueron analizados mediante diversas técnicas, incluyendo el análisis de isótopos de oxígeno en conchas de bivalvos para determinar las condiciones del agua en ese periodo.
Además, la microscopía tomográfica de rayos X por radiación de sincrotrón reveló detalles impresionantes, como la presencia de percebes, caracoles, mejillones y diminutos foraminíferos unicelulares.
Aunque la diversidad de invertebrados en la roca fosilizada de 32 millones de años no alcanza los niveles actuales, los investigadores concluyen que la evolución de la vida en estos bosques de algas fue más compleja de lo que se estimaba inicialmente a partir de los datos biológicos.