En una emocionante exploración en un sistema de cuevas inundadas a lo largo de la península de Yucatán, en México buzos han revelado la presencia de manatíes, sorprendentemente adaptados a un hábitat único y poco explorado.
Las imágenes capturadas por el buzo de cuevas Klaus Thymann muestran a una madre manatí que se acercó a él, posiblemente atraída por el reflejo de la cámara del intrépido explorador.
Este descubrimiento, informado por New Scientist, revela que el sistema de cuevas, esculpido en roca caliza por el flujo de agua, podría extenderse hasta los 16 mil kilómetros, conectando la costa con cenotes de agua dulce en un entorno subacuático fascinante.
Aunque los manatíes han coexistido en la región durante generaciones, Klaus Thymann expresó su preocupación por el impacto potencial de los proyectos de construcción cercanos. La construcción de una nueva línea de tren, destinada a potenciar el desarrollo turístico en la zona, se perfila como una amenaza crítica para estas especies acuáticas.
"La construcción puede obstruir el flujo de agua en el sistema, privándolo de oxígeno y potencialmente atrapando a los manatíes", advirtió Thymann.
La calidad del agua, vital para el ecosistema, también está en riesgo debido al desarrollo intensivo, lo que podría conducir a la extinción de todas las especies animales en la región.
En la actualidad, los manatíes enfrentan una situación preocupante, clasificados como una especie en peligro de extinción. La preservación de este hábitat único se ha vuelto crucial para evitar la pérdida de estas especies y garantizar el equilibrio del frágil ecosistema acuático de la península de Yucatán.