Las linternas de hadas, conocidas científicamente como Thismiaceae, han fascinado a botánicos y aficionados por décadas. Estas singulares plantas, desprovistas de hojas verdes y ajenas a la fotosíntesis, son pequeñas maravillas que se alimentan de hongos y se asemejan a delicados faroles de cristal.
A pesar de existir al menos un centenar de especies catalogadas, durante casi un siglo no se había descubierto ninguna nueva, hasta ahora.
El hallazgo tuvo lugar en Japón, un país conocido por su profundo interés en la flora y la colaboración entre científicos y botánicos aficionados.
Estas linternas de hadas, llamadas "Tanuki-no-Shokudai" o "candelabro de perro mapache" en Japón, se localizan principalmente en regiones tropicales, subtropicales y templadas, floreciendo solo durante breves períodos y siendo notoriamente difíciles de encontrar.
El descubrimiento de nuevas especies es un acontecimiento extraordinario, y en este caso, el botánico Suetsugu Kenji de la Universidad de Kobe desempeñó un papel crucial. Colaborando con botánicos locales dedicados, recibió un espécimen de linterna de hadas enviado por un apasionado botánico aficionado.
Al analizar la planta, Suetsugu identificó "características únicas" que la diferenciaban de las especies existentes de Thismia. Viajó a Kimotsuki, en la prefectura de Kagoshima, donde se encontró el espécimen original, pero su búsqueda inicial no tuvo éxito.
Un año después, persistente en su investigación, Suetsugu regresó y descubrió cuatro nuevas plantas en la misma área. Los detalles de este notable hallazgo se publicaron en el Journal of Plant Research.
Mediante análisis morfológicos y genéticos, el equipo concluyó que no solo se trataba de una nueva especie, sino que era lo suficientemente diferente para constituir un nuevo género, un nivel de parentesco por encima de las especies.
Sugieren que esta planta divergió tempranamente en la evolución de la familia Thismiaceae, conservando características comunes perdidas en el género Thismia.
El nuevo género fue bautizado como "Mujina-no-shokudai" o "candelabro de tejón", debido a la antigua palabra japonesa "Mujina", que se utiliza tanto para referirse al tejón como al perro mapache, al cual se asemeja pero difiere.
Este descubrimiento es extraordinario en una región donde los estudios botánicos están avanzados, destacando la rareza de encontrar nuevas especies y géneros. El nombre latino, Relictithismia kimotsukiensis, sugiere la singularidad de esta Thismia reliquia de Kimotsuki.
Este hallazgo, comparado con el descubrimiento de Japonolirion en 1930, resalta la necesidad crítica de continuar explorando y estudiando la flora tanto en el extranjero como en el propio hogar.
Este avance podría indicar que numerosas especies nuevas podrían ocultarse en regiones aparentemente bien estudiadas. Suetsugu enfatiza la importancia de la investigación continua para comprender la biodiversidad de nuestro planeta.