Un hallazgo sorprendente en las rocas de un yacimiento en Illinois ha revelado un arácnido fosilizado nunca antes clasificado. Este extraño ser, descrito en el Journal of Paleontology, se remonta a hace 308 millones de años y es un enigma para los expertos en la materia.
Durante el Carbonífero en América del Norte y Europa, los bosques estaban poblados por una diversidad de arácnidos. Entre ellos se encontraban arañas, recolectores y escorpiones, así como especies más exóticas como las arañas látigo y los escorpiones látigo.
Sin embargo, en este ecosistema también había arácnidos pertenecientes a grupos extintos, y el protagonista de este nuevo estudio es uno de ellos.
La criatura, denominada Douglassarachne acanthopoda, fue descubierta por Paul Selden de la Universidad de Kansas y el Museo de Historia Natural de Londres, junto con Jason Dunlop del Museo de Naturaleza de Berlín.
Según Selden, este arácnido compacto tenía aproximadamente 1.5 centímetros de longitud y se destacaba por sus patas robustas y espinosas, características que lo hacen único entre sus congéneres, tanto vivos como extintos.
El hallazgo proviene de la famosa localidad de Mazon Creek en Illinois, conocida por ser una fuente importante de fósiles de arácnidos. Para los investigadores, este descubrimiento representa la primera vez en la historia de la Tierra en la que se encontraron juntos la mayoría de los grupos vivos de arácnidos.
Aunque la fauna de esa época era diferente a la actual, este arácnido singular despierta un gran interés debido a su estructura corporal y sus características únicas.
Según Dunlop, este arácnido es un ejemplo impresionante de una forma extinta y sus patas espinosas recuerdan a algunas especies modernas, aunque su estructura corporal es muy diferente.
Los científicos concluyen que no pertenece a ningún orden conocido de arácnidos, lo que sugiere que podría representar un grupo más amplio de arácnidos que experimentaban con diversos diseños corporales en esa época.
El yacimiento de Mazon Creek es una ventana clave a la vida del Carbonífero tardío y ha proporcionado una amplia gama de descubrimientos fascinantes.
El fósil actual fue descubierto en una concreción de arcilla y piedra de hierro en la década de 1980 por Bob Masek y posteriormente adquirido por la Colección David y Sandra Douglass y exhibido en su Museo de la Vida Prehistórica.
El nombre del género Douglassarachne honra a la familia Douglass por su contribución al estudio científico, mientras que "acanthopoda" hace referencia a las patas espinosas distintivas del arácnido.
Este descubrimiento subraya la importancia de preservar y estudiar los fósiles para comprender mejor la evolución de la vida en la Tierra.