Un reciente estudio de la Universidad de Trento en Italia ha revelado la presencia de extensos túneles subterráneos bajo la superficie de la Luna, revitalizando el debate sobre las posibilidades de asentamientos humanos en nuestro satélite.
A diferencia de lo que se pensaba anteriormente, estas estructuras podrían permitir la construcción de bases lunares subterráneas, protegidas del hostil ambiente externo.
Históricamente, las marcas visibles en la Luna han sido asociadas con impactos de meteoritos o actividad volcánica antigua. Sin embargo, las observaciones mejoradas han permitido identificar pozos sin señales de colisiones, que parecen indicar el colapso de "techos" de antiguos ríos de lava, sugiriendo la existencia de tubos de lava.
El “agujero” que descubrieron los orbitadores en el Mar de la Tranquilidad. NASA
A partir de análisis avanzados de datos de radar de la Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, junto con nuevas metodologías, los investigadores han identificado reflejos radáricos que confirman la existencia de estos túneles, cuya estructura vertical se extiende decenas de metros bajo el regolito lunar.
Esta evidencia directa abre la puerta a futuras exploraciones y posibles asentamientos humanos protegidos de las extremas condiciones lunares, como temperaturas que oscilan entre los 127 °C y -173 °C, y altos niveles de radiación espacial.
La posibilidad de utilizar estas cuevas de lava para establecer laboratorios o viviendas en la Luna representa un avance significativo para la exploración espacial sostenible, proporcionando un ambiente con temperaturas más estables y protección contra la radiación.
Este hallazgo no solo impulsa nuestra comprensión geológica del satélite, sino que también marca un hito en la planificación de futuras misiones tripuladas.
Así se ve el modelado en 3D del túnel en el Mar de la Tranquilidad. LORENZO BRUZZONE ET AL