Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y de la Universidad de Bonn han revelado que los primeros indicios de los patrones de crecimiento característicos de los mamíferos modernos, como el estirón de la pubertad, aparecieron hace aproximadamente 150 millones de años, durante el período Jurásico.
Este hallazgo ha sido posible gracias al análisis de los anillos de crecimiento en las raíces de dientes fosilizados, una técnica innovadora que permite reconstruir detalladamente la longevidad y las tasas de crecimiento de estos antiguos animales.
El equipo de paleontólogos utilizó tomografía de rayos X de sincrotrón, una técnica avanzada que acelera electrones casi a la velocidad de la luz, permitiendo obtener imágenes de alta resolución sin necesidad de cortar los fósiles.
Este método reveló diminutos anillos de crecimiento en el cemento de las raíces dentales, similares a los anillos de los árboles, pero a nivel microscópico.
Al estudiar fósiles de tres yacimientos distintos en Gales, Oxfordshire y Portugal, que datan de entre 200 y 150 millones de años, los investigadores lograron calcular que los mamíferos del Jurásico crecían a un ritmo mucho más lento que los mamíferos actuales, pero tenían una esperanza de vida considerablemente mayor, de entre ocho y catorce años.
Además, estos mamíferos necesitaban varios años para alcanzar la madurez sexual, en contraste con los modernos, que logran la madurez en solo unos meses.
Este estudio, publicado en la revista Science Advances, destaca que el período Jurásico fue clave en la evolución de los patrones de vida de los mamíferos, marcando el inicio de características como altas tasas metabólicas y prolongadas fases de cuidado parental.
Estos hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo los mamíferos modernos han evolucionado a lo largo de millones de años.