Un estudio reciente realizado en China ha revelado que los animales en granjas peleteras pueden ser reservorios y puntos clave en la propagación de enfermedades infecciosas emergentes.
La investigación, publicada en la revista Nature y liderada por la Universidad Fudan, analizó 461 animales de peletería, tanto de granjas como de entornos salvajes, mediante la secuenciación metagenómica de sus tejidos.
Entre estos animales se encontraban visones, zorros rojos y otros criados para obtener pieles y productos adicionales.
El estudio identificó 125 especies de virus, de las cuales 36 eran desconocidas hasta ahora y 39 presentaban un alto riesgo de transmisión entre especies.
Entre los virus encontrados se destacan los coronavirus y los de la gripe A, que podrían representar un peligro para el ganado y los seres humanos.
Además, se detectó que algunas especies, como los perros mapache, son portadoras de un mayor número de virus de alto riesgo (hasta 10 especies), mientras que otros animales, como las cobayas, los conejos y los zorros árticos, también fueron identificados como posibles portadores de patógenos.
El estudio subraya la importancia de aumentar la vigilancia en estos animales para identificar y controlar posibles vías de transmisión de virus entre especies, especialmente aquellos con capacidad de infectar a mamíferos y, eventualmente, a seres humanos.
La transmisión de virus entre especies, especialmente entre mamíferos, es un factor clave en la aparición de nuevas enfermedades infecciosas, y los criaderos para obtención de pieles representan un riesgo emergente.
Recientemente, se han documentado brotes del virus H5N1 de gripe A en visones criados en Europa, lo que refuerza la necesidad de monitorear estos reservorios no convencionales de patógenos.