Un equipo internacional de investigadores, dirigido por la Universidad de Bristol y la Universidad China de Geociencias (Wuhan), ha revelado nuevos hallazgos sobre cómo el fenómeno climático de "El Niño" contribuyó a la mayor extinción masiva en la historia de la Tierra, hace 252 millones de años. Estos resultados se publican este jueves en la revista Science.
El estudio aporta evidencias clave sobre cómo el calentamiento del clima durante el período Pérmico-Triásico, inducido por intensas erupciones volcánicas en la región de lo que hoy es Siberia, provocó un calentamiento global rápido.
Este fenómeno, al aumentar las concentraciones de dióxido de carbono, causó un estancamiento y un colapso generalizado de los ecosistemas marinos y terrestres.
A pesar de que el calentamiento climático ha sido asociado anteriormente con la extinción masiva, los investigadores han identificado un factor adicional clave: el aumento de la variabilidad meteorológica y climática.
Alexander Farnsworth, coautor principal e investigador asociado en la Universidad de Bristol, destaca que el simple aumento de la temperatura no explica completamente la devastación.
El estudio muestra que la variabilidad climática extrema y prolongada, exacerbada por un "El Niño" intensificado, hizo que las condiciones fueran inusualmente extremas y difíciles de soportar para la vida.
Los investigadores descubrieron que el calentamiento global durante el Pérmico-Triásico fue acompañado por una serie de episodios de "El Niño" mucho más intensos y duraderos que los actuales.
Este fenómeno climático persistente provocó una década de sequías severas, seguidas de años de inundaciones, lo que dificultó enormemente la adaptación de las especies.
La investigación también explica la presencia abundante de carbón vegetal en las capas rocosas de esa época, asociado con incendios forestales inducidos por un clima propenso a la sequía.
David Bond, paleontólogo de la Universidad de Hull, subraya que estos incendios forestales se volvieron comunes debido a la sequía persistente, contribuyendo al colapso de los ecosistemas.
Los hallazgos también explican por qué la vida terrestre, incluyendo plantas e insectos, sufrió gravemente. Aunque las condiciones extremas actuales causadas por fenómenos de "El Niño" duran solo uno o dos años, durante el Pérmico-Triásico, el fenómeno persistió mucho más tiempo, con efectos devastadores.
A pesar de la magnitud de la extinción, esta crisis permitió la aparición de nuevas formas de vida, como los dinosaurios, que dominarían la Tierra posteriormente.
Este estudio no solo ofrece una nueva perspectiva sobre el impacto histórico de "El Niño", sino que también subraya la importancia de entender cómo los fenómenos climáticos extremos pueden afectar los ecosistemas y la vida en nuestro planeta.