Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y del Instituto Tecnológico de California ha descubierto que V404 Cygni, un agujero negro situado a unos 8.000 años luz de la Tierra, es un agujero triple, el primero conocido.
Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature y plantea nuevas preguntas sobre la formación de los agujeros negros.
El sistema se compone de un agujero negro central que orbita una pequeña estrella cada 6.5 días, un patrón típico en estos sistemas binarios. Sin embargo, lo extraordinario es la presencia de otra estrella que gira alrededor del agujero negro cada 70,000 años.
Este hallazgo desafía la teoría predominante que sostiene que los agujeros negros se forman tras explosiones violentas de supernovas.
Los científicos sugieren que V404 Cygni se pudo haber formado de manera más tranquila, donde una estrella se colapsó sobre sí misma sin la explosión catastrófica que normalmente acompaña a estos fenómenos.
Kevin Burdge, investigador de física en el MIT, destaca que este podría ser el primer ejemplo de un agujero negro creado a partir de un proceso menos destructivo, sugiriendo la posibilidad de que existan otros sistemas triples similares.
El descubrimiento se dio de manera fortuita mientras los investigadores analizaban Aladin Lite, un repositorio de observaciones astronómicas.
Imagen ilustrativa.
Durante la búsqueda de nuevos agujeros negros en la Vía Láctea, notaron que V404 Cygni, que ha sido objeto de estudio desde su descubrimiento en 1992, mostraba dos manchas de luz cercanas.
La primera corresponde al agujero negro, que atrae material de una estrella cercana, iluminándola. La segunda mancha de luz representa la estrella lejana, que también orbita alrededor del agujero negro.
Burdge explica que la separación entre estas dos estrellas indica que deben estar a grandes distancias. Se estima que la estrella exterior está 3,500 veces más lejos del agujero negro que la Tierra del Sol, equivalentes a 100 veces la distancia entre Plutón y el Sol.
Para confirmar la relación entre estas estrellas, el equipo utilizó datos del satélite Gaia, que monitorea el movimiento de las estrellas en la galaxia. Los resultados mostraron que ambas estrellas están ligadas gravitacionalmente, confirmando que forman un sistema triple.
Burdge y sus colegas explican la formación del triple agujero negro con esta comparativa: "Si tiras fuerte de la cuerda de una cometa la tela se rompe y acabas perdiendo la cometa, pero si la recoges con movimientos más suaves mantendrás la cometa".
Las simulaciones realizadas sugieren que la existencia de este sistema podría ser el resultado de una explosión moderada.
Adicionalmente, el estudio de la estrella exterior, que está en proceso de convertirse en una estrella gigante roja, ha permitido a los científicos estimar la edad de este sistema: aproximadamente 4,000 millones de años.
Este descubrimiento no solo enriquece nuestra comprensión del espacio, sino que también abre nuevas vías de investigación sobre la formación y la evolución de los agujeros negros.