El 6 de noviembre, la sonda solar Parker de la NASA llevó a cabo con éxito su última maniobra de asistencia gravitacional sobre Venus, pasando a tan solo 376 kilómetros de la superficie del planeta.
Este sobrevuelo ha ajustado la trayectoria de la sonda hacia su órbita final, que la llevará a una distancia sin precedentes de 6.1 millones de kilómetros del Sol el 24 de diciembre de 2024. En ese momento, Parker se convertirá en el objeto creado por el hombre más cercano a la estrella.
Durante sus sobrevuelos sobre Venus, la sonda ha proporcionado descubrimientos clave gracias a su generador de imágenes de campo amplio, WISPR.
Este instrumento, que originalmente estaba diseñado para estudiar el viento solar, captó por primera vez, en un sobrevuelo de 2020, imágenes de la superficie de Venus a través de sus densas nubes.
Las imágenes mostraron regiones de la superficie del planeta brillando en el infrarrojo cercano debido a las altas temperaturas de hasta 465 grados Celsius.
Este hallazgo ha abierto nuevas líneas de investigación. Las imágenes de WISPR han revelado patrones similares a los registrados por la sonda Magallanes en los años 90, pero con algunas diferencias.
Algunas áreas de la superficie de Venus parecían más brillantes de lo esperado, lo que podría indicar variaciones en la composición química del suelo o la presencia de material más reciente, como flujos de lava.
El sobrevuelo del 6 de noviembre se diseñó para obtener más datos y ayudar a los científicos a comprender mejor estos patrones.
"Debido a que vuela sobre una serie de formas terrestres similares y diferentes a las de los sobrevuelos anteriores de Venus, el sobrevuelo del 6 de noviembre nos dará más contexto para evaluar si WISPR puede ayudarnos a distinguir las propiedades físicas o incluso químicas de la superficie de Venus", explicó Noam Izenberg, científico del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins.
Tras esta maniobra, la sonda continuará su camino hacia su histórica proximidad al Sol, donde pasará a solo 6.12 millones de kilómetros de la estrella.
Este acercamiento, previsto para diciembre de 2024, permitirá a Parker explorar áreas del espacio nunca antes investigadas, incluyendo columnas de plasma conectadas al Sol y posibles erupciones solares.
El 24 de diciembre, durante el perihelio, la sonda estará tan cerca que perderá contacto directo con el control de la misión. Sin embargo, Parker enviará un tono de baliza el 27 de diciembre para confirmar su éxito y el estado de la nave.
Esta misión, que fue concebida hace más de 65 años, representa un avance significativo en la ingeniería espacial y promete arrojar información crucial sobre el Sol y su influencia en el sistema solar.