Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas ha creado un innovador modelo informático diseñado para identificar océanos ocultos bajo el hielo en las lunas de Urano, utilizando las cámaras de una misión futura de la NASA.
Este avance es clave, ya que los científicos aún desconocen el método más efectivo para detectar océanos en este distante sistema planetario.
La presencia de agua líquida es fundamental para la vida, por lo que el descubrimiento de estos océanos podría abrir nuevas posibilidades en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
El modelo se basa en el análisis de las pequeñas oscilaciones que ocurren en la rotación de las lunas mientras orbitan alrededor de Urano. Estas oscilaciones pueden revelar detalles sobre la composición interna de las lunas, como la cantidad de agua, hielo y roca que contienen.
Una oscilación pequeña indica que la luna es sólida, mientras que una mayor sugiere la existencia de un océano subterráneo de agua líquida. Al combinarse con datos de gravedad, el modelo permite calcular tanto la profundidad del océano como el grosor del hielo que lo cubre.
Urano, junto con Neptuno, es un gigante de hielo, una categoría de planetas que ha generado un creciente interés entre los astrónomos, especialmente debido a la creciente cantidad de exoplanetas similares descubiertos.
Si se confirmara la existencia de océanos en las lunas de Urano, esto ampliaría el rango de mundos potencialmente habitables en la galaxia.
"Descubrir océanos de agua líquida dentro de las lunas de Urano transformaría nuestra forma de pensar sobre el rango de posibilidades de dónde podría existir la vida",afirmó Doug Hemingway, científico planetario del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas (UTIG).
Imagen ilustrativa de de Urano y sus cuatro lunas más grandes (de la más interna a la más externa) Miranda, Ariel, Umbriel y Titania. - NASA/JOHNS HOPKINS APL/MIKE YAKOVLEV
La investigación, publicada en la revista Geophysical Research Letters, también está orientada a mejorar las posibilidades de las futuras misiones espaciales para detectar estos océanos.
UTIG, parte de la Escuela Jackson de Geociencias de la Universidad de Texas en Austin, sigue avanzando en esta línea de investigación.
Las lunas grandes del sistema solar, incluida la de Urano, están sincronizadas por las mareas, lo que significa que siempre muestran el mismo lado hacia su planeta mientras orbitan.
Sin embargo, esta sincronización no impide que las lunas oscilen ligeramente, y el grado de estas oscilaciones es clave para identificar la presencia de agua líquida.
En su investigación, Hemingway calculó varios escenarios posibles para cinco lunas de Urano, como la luna Ariel, y determinó que un tambaleo de 100 metros podría indicar un océano de 150 kilómetros de profundidad, cubierto por una capa de hielo de 30 kilómetros de espesor.
Aunque los océanos más pequeños generarían oscilaciones sutiles, la técnica utilizada para medir estos movimientos ya ha sido empleada con éxito en otras lunas del sistema solar, como Encélado, una luna de Saturno, que confirmó la existencia de un océano subterráneo.
El próximo paso en esta investigación será expandir el modelo para incluir mediciones de otros instrumentos que ayuden a mejorar la imagen del interior de las lunas, lo que podría ser decisivo en las futuras misiones de exploración a Urano y sus lunas.