Un estudio reciente sugiere que la alta acidez de los océanos primitivos pudo haber impedido el desarrollo de la vida en la Tierra durante sus primeros 500 millones de años.
Investigadores de Yale y de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur han desarrollado un modelo integral que estima cómo evolucionó la habitabilidad del planeta, tomando en cuenta la interacción entre procesos geológicos y atmosféricos.
Este enfoque ofrece una visión más clara de cómo la Tierra logró condiciones favorables para la vida.
Según el estudio, publicado en Nature Geoscience, la evolución del pH oceánico estuvo directamente influenciada por la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
Factores como la actividad volcánica y las reacciones químicas con la corteza terrestre desempeñaron un papel clave en la neutralización gradual de la acidez del agua.
Los científicos calcularon que la Tierra tardó 500 millones de años en alcanzar un pH oceánico más estable y propicio para la vida.
Aunque pudieron existir zonas con niveles de acidez más bajos, no fueron lo suficientemente extensas para permitir el desarrollo de organismos.
El estudio también resalta cómo estos procesos antiguos pueden ayudar a comprender el impacto del CO2 en el clima actual, proporcionando pistas sobre la evolución de la química oceánica y su relación con la atmósfera terrestre.