Inmersos en una industria que nos tiene acostumbrados a las tramas predecibles y los finales felices, es poco común ver una proyección del amor distinta a los clichés de un chick flick. Sin embargo, las películas de Guillermo del Toro nos muestran a través de un velo de fantasía, que el amor es más que una relación entre dos personajes ficticios; el amor es todo lo que hace posible que la ficción se incorpore con belleza en nuestra realidad.

Sin personas que amaran, no existiría el cine ni ninguna expresión artística. Guillermo del Toro ama lo que hace y esto lo ha impulsado a crear una mitología habitada por criaturas que se asoman de la pantalla para estrujar las emociones de miles de cinéfilos. Si bien este aclamado director no ha dado recetas para amar, sí podemos inferir su vibrante noción del amor a través de su mítica obra.

El amor se irradia

Estudioso de la obra de Hitchcock, Guillermo del Toro suele repetir una famosa frase del director de Psicosis: “Especificidad más repetición es igual a estilo”; en otras palabras, lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo. Quien no se conoce, quien no sabe qué puede ofrecer, está condenado a la soledad. Por ejemplo, en ‘La forma del agua’, su última película, todos los personajes están marcados por el rechazo, sólo cuándo comienzan a encontrarse y aceptarse se acercan a la felicidad.

Hay que creer…

“Hay que creer en la magia para poder verla” dijo alguna vez del Toro. Sus películas no son genuinas sólo por la originalidad de los universos a los que nos transportan, sino también por su capacidad para hacer que éstos se sientan reales. La plena convicción es el único camino para que el amor se manifieste. 

Quien ama se entrega

“Tengo 52 años, peso 130 kilos y he rodado 10 películas. Pero hay un momento en la vida de todo narrador en que lo pones todo en riesgo para hacer algo diferente…” expresó del Toro al recoger el León de Oro en el festival de Venecia por su película ‘La forma del agua’. Sin esta disposición para poner hasta la última gota de sí mismo al servicio de una historia, su legado sería otro, o tal vez no existiría. Por ejemplo, durante la filmación de “ El laberinto del fauno”, renunció a su sueldo como director para que la falta de presupuesto no le impidiera terminar el rodaje. En sus palabras: “La historia tiene que dolerte, profundizar en lo que eres”. 

Un lugar entre lo siniestro y lo fantástico

Para muchos, las películas de del Toro rayan en los linderos del cine de terror, sin embargo, la apariencia extraña y a veces siniestra de sus personajes no reflejan su interior. Gran parte de su virtuosismo estético estriba en que pone a germinar las emociones más sublimes en las formas menos convencionales. Quien llama “monstruo” a lo diferente, proyecta su miedo a la otredad y su limitada capacidad para encontrar la belleza más allá de lo evidente. Incluso en esta época en que muchas personas se consideran de “mente abierta”, del Toro desafía al espectador con la relación que propone entre los personajes ‘La forma del agua’,la cual ha hecho que cientos de personas se cuestionen las formas del amor y el deseo.

Si lo encuentras, déjalo hablar por ti

En nuestro afán de creer que el amor tiene que ser de determinada manera, intentamos controlar lo que sólo existe cuando se le deja ser. El amor es más grande que nosotros, por eso cuando lo encontramos rebasa nuestras creencias y dominios. Tal como dijo Guillermo del Toro al hablar de ‘La forma del agua’: “cuando el amor te llega te enmudece, los protagonistas están imposibilitados para hablarse, pero se entienden poco a poco y eso es el amor, un lenguaje universal…”

El de 12 de enero se estrenó en México ‘La forma del agua’, película ambientada en 1962, en la época en que la discriminación y el racismo eran normalizados. A través de personajes socialmente segregados, narra la historia de una afanadora muda que trabaja en un laboratorio militar y descubre una criatura anfibia con la que entabla una amistad. De una manera visualmente poética, Guillermo del Toro nos da una cátedra del amor que te hará replantearte otras fantásticas posibilidades de romance y comenzar a vislumbrarlo en donde nunca habrías imaginado. Una película que sin duda no puedes perderte.