A principios de los 90 Keanu Reeves era conocido por haber protagonizado algunas películas «adolescentes», notoriamente Bill & Ted, y algunos dramas independientes, por lo que muchos se quejaron y otros se sorprendieron al saber que sería la estrella de un nuevo blockbuster de acción de gran presupuesto.
La película era Máxima Velocidad (Speed), ese tenso y frenético thriller en el que también estaba Sandra Bullock y un memorable villano de Dennis Hopper, y fue un éxito absoluto.
Sin embargo, Keanu tardaría algunos años más en volver al cine de acción y no se dejó encandilar por las luces del éxito.
En lugar de continuar por esa senda, siguió aceptando papeles diferentes o menores, y fue noticia cuando rechazó los 11 millones de dólares que le ofrecían para hacer Máxima Velocidad 2 (la suma más grande que le habían ofrecido en toda su carrera, hasta entonces).
En su lugar, decidió irse a Winnipeg, en Canadá, para interpretar a Hamlet en una obra de teatro.
No sabemos cuánto le pagaron por la obra en el Manitoba Theatre Centre, pero probablemente fue bastante menos que 11 millones, y no lo vio tanta gente.
Según ha revelado ahora, en entrevista con GQ, la decisión le costó ser «excomulgado» por parte de 20th Century Fox, que por una década no volvió a ofrecerle un papel.
Lo volvieron a llamar recién en 2005 para protagonizar El día que la Tierra se detuvo.
Claro que, en retrospectiva, su decisión fue muy acertada. Máxima velocidad 2 se estrenó en 1997 con Jason Patric en su lugar y es considerada una de las peores secuelas jamás producidas, fue vapuleada por la crítica y un fracaso de taquilla. Keanu Reeves en cambio se fue a Warner Bros. a hacer Matrix, la película que revolucionó el cine de acción.
Ahora 20th Centrury Fox ya no existe y Keanu es nuevamente estrella de acción, de la mano de John Wick. Las vueltas de la vida.