Las entradas para un concierto de punk en Florida cuestan $18 dólares para fans vacunados y $1 mil dólares para fans no vacunados.
Durante la primavera, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una orden ejecutiva que prohíbe a los negocios obligar a sus clientes a demostrar que han sido vacunados contra el coronavirus. También firmó un proyecto de ley para dar más fuerza a la prohibición, amenazando a los infractores con multas de hasta miles de dólares.
Con esto en mente, un astuto promotor de conciertos en Florida ideó una solución: ofrecer entradas de $18 dólares a cualquiera que esté vacunado, y cobrar $999.99 dólares a todos los demás.
“No estoy negando la entrada a nadie”, dijo Paul Williams para The Washington Post. “Sólo estoy ofreciendo un descuento”
Por su parte, la oficina del gobernador afirmó que los precios poco ortodoxos violan las normas de Florida:
“Cobrar precios más altos en las entradas a aquellos que no aportan una prueba de vacunación discrimina injustamente a las personas que tienen derechos enumerados en la ley de Florida”, dijo Christina Pushaw, secretaria de prensa de la oficina del gobernador, en un correo electrónico a The Washington Post.
Williams pensó que su táctica era segura: la orden ejecutiva conlleva sanciones limitadas y la nueva ley no entrará en vigor hasta poco después de su pequeño evento de punk rock previsto para el 26 de junio en San Petersburgo.
Sin embargo, dijo que no estaba preparado para el acoso que siguió: Mensajes en Facebook de personas anti-vacunas; llamadas repentinas de spam; correos electrónicos amenazando a Teenage Bottlerocket -la banda que actuará- que su próximo concierto podría ser el “último”, decía: “Sus fans los van a matar”.
“No sabía que preocuparme por mi comunidad me convertiría en Hitler”, dijo Paul Williams en una entrevista el sábado, declinando dar su edad por privacidad. Dijo que tanto él como la banda en cuestión ya han expresado su preocupación a las autoridades locales.
La reacción en torno a un evento modesto para un par de cientos de personas subraya las profundas divisiones sobre cómo debe ser la vuelta a la normalidad en Estados Unidos en medio de la persistente resistencia a la vacunación. A medida que el ritmo de las vacunas se ralentiza, los funcionarios de salud pública han advertido que el país podría no alcanzar el tan repetido objetivo de la “inmunidad de rebaño” contra un virus que ha matado a casi 600.000 personas en Estados Unidos y parado la economía.
FUENTE: Washinton Post