Pablo Lyle solicitó un nuevo juicio tras ser hallado culpable de homicidio doloso de un hombre cubano de 63 años en 2019, sin embargo, este lunes una magistrada de Miami denegó su petición en una audiencia celebrada en un tribunal del condado de Miami-Dade.
El actor mexicano se encontraba presente en la sala, con cubrebocas, esposado y vestía uniforme; desde el 4 de octubre está bajo arresto en el Centro Correccional de El Doral en Miami, Estados Unidos a la espera de la sentencia, ya que le negaron su pedido de continuar bajo el arresto domiciliario en el que estaba hasta el momento del veredicto.
La determinación de su sentencia, que podría ser de hasta 15 años, había sido pospuesta hasta que se determinara si había argumentos suficientes para un nuevo juicio.
La jueza de circuito Marisa Tinkler Méndez señaló que la argumentación de la defensa no justifica un nuevo juicio, así como tampoco se produjo en casos similares que revisó.
Tras ser negada su solicitud, Lyle volverá a la corte en una próxima fecha para una audiencia de sentencia.
¿Por qué negaron un nuevo juicio a Pablo Lyle?
A inicios de octubre, tras el primer día de deliberaciones, un jurado de seis personas declaró que Pablo Lyle era culpable de homicidio involuntario por la muerte de Juan Ricardo Hernández, de 63 años, luego de una pelea en un incidente de tránsito.
El actor de la telenovela Mi Adorable Maldición, quien hoy tiene 35 años, le dio un golpe en el rostro a Hernández cuando volvía a su auto. De acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante como consecuencia del puñetazo. Murió 4 días después en el hospital.
Conocido el veredicto, la defensa del actor presentó una moción para realizar un nuevo juicio con estos argumentos:
Consideraron que no se atendieron del todo los hechos.
Se produjeron algunas inconsistencias: en el proceso previo al juicio estuvo viciado por la cobertura mediática y jurados pudieron tener una perspectiva sesgada y por consiguiente poca parcialidad.
Habían solicitado que Lyle fuera trasladado a otra ciudad, pero la jueza rechazó la petición.
El pasado jueves, en una audiencia, el abogado de Lyle, Philip Reizenstein, pidió una revisión independiente de los hechos de lo que llamó un “homicidio excusable” y manifestó a la jueza que las leyes de Florida contemplan que “las personas pelean y se tiran puñetazos”.
Reizenstein agregó que la evidencia presentada al jurado se enfocó de forma incorrecta, en su opinión, “en el golpe y la inflamación del cerebro y las fallas de los órganos y el daño al cerebro”, nada de lo cual estaba en la mente del actor en el momento de los hechos.
Se resaltó de nuevo que Lyle actuó en defensa propia porque temió por su vida y la de sus hijos, quienes estaban “muy asustados dentro del vehículo”, al igual que su esposa, y que por tanto llevó a cabo “un justificado uso de la fuerza” ante Hernández, que en este caso sería “el agresor”.
El abogado recordó que fue la víctima quien se acercó al vehículo, que era conducido por Lucas Delfino, cuñado de Lyle, y confrontó a los ocupantes, golpeó el vidrio de forma vehemente y “profirió maldiciones”.
Durante el proceso judicial no se admitieron pruebas ni testigos que hubieran corroborado que Lyle reaccionó en defensa propia.
Durante el proceso judicial, los abogados de Lyle, quien es conocido por su actuación en telenovelas como La sombra del pasado, habían solicitado, sin éxito, desestimar el caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.