El cantante mexicano Kalimba ha sido acusado por segunda vez de abuso sexual. Esta vez se trata de haber tocado indebidamente y hacer propuestas indecentes a la artista culiacanense, Melissa Galindo.
A través de una transmisión en vivo de Instagram que duró al rededor de 20 minutos la cantante rompió el silencio y contó cómo el ex integrante de OV7 la tocó repetidas veces sin su consentimiento.
Antes de empezar a contar su testimonio, la cantante declaró que decidió compartir su historia porque “quienes deben de tener miedo son quienes cometen estos delitos y no las víctimas”.
Melissa Galindo contó que el abuso ocurrió hace tres años cuando Kalimba la invitó a unirse a su disquera.
Él aseguro estar interesado en firmar un contrato con ella para grabar un disco y hacer diversos eventos musicales. Aseguró que a ella le pareció buena idea, debido a que se conocían de antes y el cantante se había portado bien. La cantante firmó el contrato.
El suceso ocurrió hace tres años cuando Kalimba tuvo un concierto en Monterrey y la invitó a abrir el show. Después del espectáculo, había un plan de ir a cenar pero la mayoría de los invitados prefirió ir a un antro y continuar la fiesta. Sin embargo, Melissa, quien asegura haber tomado dos martinis no quisóoy pidió que le regresaran al hotel.
La cantante narró que al subir a la camioneta se sentó detrás del asiento del copiloto y Kalimba iba a un lado de ella. Fue en el automóvil que la tocó sin su consentimiento.
“Yo iba sentada normal y me agarró la rodilla y me empezó a decir que había escuchado muy buenos comentarios de mi proyecto, que le gustaba mucho, que estaba muy emocionado. Le dije: ‘Qué cool, mil gracias por apoyar mi proyecto’”, contó.
"De pronto sentí que algo tocó mi vagina. O sea su mano la recorrió hacia arriba a mi vagina y fue como entré en shock, me cerré, pero no dije nada, capaz fue sin querer para que hago un lío, estoy con su gente, con su equipo, desprotegida y ni al caso de hacer un lío".
Melissa Galindo días después empezó a salir con un compañero suyo y aseguró que durante ese tiempo el cantante no la molestó. Fue hasta que terminó esa relación que el cantante la volvió a buscar.
Una noche el cantante la invitó a una fiesta. Ella se negó a ir pero él apareció en su casa. Galindo explica que le causó miedo que él supiera dónde vivía y prefirió sacarlos de su casa y acompañarles a casa del interprete de “Tocando fondo”.
En el trayecto hacia la vivienda de Kalimba, Melissa Galindo declaró que él la volvió a tocar casi de la misma manera que la primera vez.
“Primero me abraza y su mano cae en mi seno. Pensé: ‘Fue sin querer, no me voy a mal viajar, está borracho, viene toda su gente’ cero a salvo me sentía y me tapé”, recuerda la cantante.
“Me vuelve a agarrar la rodilla y me vuelve a decir lo mismo y volví a sentir la mano hacia arriba, pero esta vez movió los dedos y ahí si me shockié, me volví a cerrar y me fui aterrada a su casa”
La cantante asegura solo estar esperando que las personas se distrajeran y ella tuviera la oportunidad de irse. En lo que encontraba su momento, Melissa recuerda haberse sentado en una silla estilo Acapulco. Momentos más tardes, asegura que Kalimba se sentó encima de ella a pesar de que le repitió que la estaba lastimando. En la silla el cantante le tocó los glúteos sin sus consentimientos.
Melissa se alejó pero recuerda que Kalimba la buscó para decirle que le gustó mucho una ocasión en que se besaron durante un video musical en donde la cantante fue contratada para actuar.
“Le dije: ‘la neta estás muy equivocado, yo cuando actúo no siento nada, se desconecta Melissa del personaje y la que te besó fue la actriz’”, recordó.
Ante esto, Kalimba le dijo: “Vamos arriba a una cogidita rápida, nadie se va a enterar. Soy negro, como te gusta”.
Galindo le preguntó si era broma lo que le estaba diciendo pero el cantante continuó insistiendo. Debido a esto, la joven pidió un uber y se fue.
Al siguiente día del presunto acoso y los tocamientos sin consentimiento, Melissa Galindo se asesoró legalmente para romper relaciones laborales con Kalimba. Hecho que hasta hoy pudo relatar, pues temía por su vida debido a que se sentía amenazada.
Antes de finalizar la transmisión Melissa Galindo pidió no ser revictimizada tras dar su testimonio: “Las personas que han pasado por esto saben lo complicado que es, mucho tiempo lo minimicé, pero al final es un delito y es maltrato, es acoso y también me gustaría hacer conciencia en la que pueden afectarnos con esto las personas que lo hacen”.
