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El mundo de la música folclórica en Perú se vio sacudido recientemente por la trágica noticia del fallecimiento de Muñequita Milly, nombre artístico de Flor Sheiza Quispe Sucapuca. A sus cortos 23 años, esta talentosa cantante había conquistado el corazón de muchos con su voz y sus éxitos, como "Ojitos hechiceros", "Busca otro amor" y "Maldito destino".
Sin embargo, detrás de su brillante carrera se escondía una historia de lucha y dolor. Desde temprana edad, Muñequita Milly se sumergió en el mundo de la música gracias a su padre, quien la introdujo en concursos y la impulsó hacia el estrellato. Pero la fama también trajo consigo crueles críticas, especialmente centradas en su apariencia física y su reciente maternidad.
Ante la presión y los constantes mensajes de bullying, Muñequita Milly decidió someterse a una liposucción, buscando recuperar la confianza en sí misma y en su imagen pública. Trágicamente, esta decisión resultó en su prematura muerte debido a complicaciones postoperatorias.
El procedimiento, realizado por el doctor Víctor Fong, desencadenó una septicemia generalizada que llevó al colapso de su salud. Los informes indican que durante la cirugía, se perforó su intestino con una cánula, desencadenando una serie de eventos que culminaron en su trágico fallecimiento apenas una semana después de la operación.
Ahora, mientras el mundo musical lamenta la pérdida de esta joven promesa, las denuncias por negligencia médica recaen sobre el cirujano responsable. Muñequita Milly deja un legado de música y una historia que destaca los riesgos asociados con las cirugías estéticas, recordándonos la importancia de abordar estos procedimientos con cautela y profesionalismo.
