El actor Pablo Lyle, quien permanece en una cárcel de Estados Unidos cumpliendo una condena impuesta en febrero de 2023, se ha quedado sin abogados. Sus defensores decidieron desistir del caso debido a "diferencias irreconciliables".
Lyle fue declarado culpable de homicidio involuntario del cubano Juan Ricardo Hernández, tras un altercado de tráfico en marzo de 2019. El actor fue sentenciado a cinco años de prisión, además de ocho años de libertad condicional y 100 horas de servicio comunitario.
Audiencia Virtual y Futuro Legal
Este lunes, durante una audiencia virtual en la que Lyle buscaba reducir su condena, se reveló la noticia de que se había quedado sin abogados. Pablo Lyle no estuvo presente en la audiencia. Según informó el programa Hoy, su defensa desistió por diferencias irreconciliables, lo que llevó al juez a solicitar una nueva fecha de corte. Si para entonces no tiene un nuevo equipo de abogados, se le asignará un abogado de oficio.
Condena y Posible Reducción
Aunque Lyle fue sentenciado en febrero de 2023, ya había pasado cuatro meses en la cárcel desde octubre de 2022, tiempo que se descontará de su condena. De no conseguir una reducción, el actor saldría de la cárcel en septiembre de 2027. La reducción de su castigo depende en gran medida de su buen comportamiento y de los recursos legales que su defensa pueda presentar.
El Incidente
El incidente ocurrió durante una discusión de tráfico en la que Lyle golpeó a Hernández, quien falleció posteriormente debido a las heridas. Tras el altercado, Lyle fue detenido brevemente y liberado bajo una fianza inicial de cinco mil dólares. Una semana después, se le impuso una fianza mayor de 50 mil dólares y se le ordenó permanecer en arresto domiciliario hasta la conclusión del proceso legal. Además, se le retiró el pasaporte y se le colocó un grillete localizador.
Proceso Legal
El proceso legal se prolongó debido a varios retrasos, en parte provocados por la pandemia. Finalmente, en septiembre de 2022, comenzó el juicio que culminó en la declaración de culpabilidad de Lyle el 4 de octubre de ese año.
La situación legal de Pablo Lyle sigue siendo incierta. La reciente renuncia de sus abogados añade una capa de complejidad a su caso, dificultando aún más sus intentos de reducir su condena. El futuro del actor en el sistema penitenciario dependerá en gran medida de su capacidad para encontrar una nueva defensa y de los argumentos legales que puedan presentar en su favor.