Sean "Diddy" Combs enfrenta graves acusaciones tras su arresto en Nueva York por agentes de Seguridad Nacional. La investigación federal revela que el productor musical habría forzado a mujeres a participar en sesiones sexuales conocidas como "Freak Off" con trabajadores sexuales, a menudo grabadas mientras él se masturbaba.
Los cargos incluyen conspiración para extorsión, tráfico sexual mediante coerción y transporte para prostitución. Las acusaciones afirman que Combs utilizaba drogas para mantener a las víctimas controladas y documentaba las sesiones sin su consentimiento.
Durante los allanamientos en sus propiedades en Miami y Los Ángeles, las autoridades encontraron mil botellas de lubricante y armas de fuego. Además, se alega que Combs y su personal intimidaban a las víctimas y testigos con amenazas y sobornos para ocultar los crímenes. La acusación también incluye violencia física contra las mujeres, con un incidente en Los Ángeles en 2016 documentado en video.