El reconocido autor Neil Gaiman, conocido por obras como Coraline, The Sandman y Good Omens, enfrenta nuevas acusaciones de agresión sexual publicadas el pasado 13 de enero en New York Magazine. Ocho mujeres, incluida Scarlett Pavlovich, exniñera de su hijo, han denunciado conductas abusivas del escritor, lo que ha generado fuertes repercusiones en su carrera.
Detalles de las acusaciones
Pavlovich relata episodios que ocurrieron mientras trabajaba para Gaiman, señalando prácticas no consensuadas, como sexo anal forzado y actos degradantes en su presencia. En una ocasión, asegura que el autor mantuvo relaciones sexuales con ella mientras su hijo estaba cerca en una habitación de hotel en Nueva Zelanda.
Estas denuncias, que incluyen detalles de prácticas de BDSM no consensuadas, amplían las acusaciones previamente divulgadas en julio pasado a través de un podcast de Tortoise Media. En ese momento, Gaiman negó las acusaciones, mientras sus representantes argumentaron que cualquier encuentro fue consensuado, aunque las nuevas revelaciones contradicen esta postura.
Según las denuncias recogidas en el artículo de New York Magazine y otros reportes relacionados, no se menciona directamente si Amanda Palmer, la esposa de Neil Gaiman, estaba al tanto de las situaciones descritas por las acusadoras. Sin embargo, las dinámicas de poder y las prácticas que se detallan en las acusaciones plantean preguntas sobre el entorno personal y profesional del autor.
Palmer, quien es una artista y cantante reconocida, ha mantenido una relación visible con Gaiman, compartiendo aspectos de su vida privada en redes sociales y en entrevistas. Hasta ahora, no ha emitido ninguna declaración pública respecto a las acusaciones recientes.
Consecuencias profesionales
A raíz de estas acusaciones, varios proyectos asociados con el autor han sido suspendidos. Entre ellos, la serie Good Omens, que será concluida con un capítulo especial, pero sin la participación directa de Gaiman en el guion.
Respuesta del autor
Hasta el momento, Gaiman no ha emitido una declaración pública sobre estas nuevas acusaciones. Sin embargo, sus representantes han calificado los señalamientos como “deplorables” y reiteraron su postura de que las interacciones fueron consensuadas.
La publicación de New York Magazine ha generado un amplio debate, y no se descarta que las víctimas inicien acciones legales. Mientras tanto, la industria del entretenimiento y los seguidores de Gaiman están atentos a las investigaciones y posibles repercusiones.