El cineasta y guionista David Lynch, figura fundamental en el cine y la televisión, falleció a los 78 años, dejando un legado imborrable. Reconocido por su estilo único que fusionó géneros como el horror, el noir, el misterio y el surrealismo europeo, Lynch cambió la historia del cine con obras como Blue Velvet, Mulholland Drive y la serie Twin Peaks.
Su familia confirmó la noticia a través de una publicación en redes sociales, citando una de sus famosas frases:
“El mundo tiene un gran vacío ahora que él ya no está. Pero, como él decía, ‘Mantén el ojo en el donut y no en el agujero’”.
Un revolucionario del cine
David Lynch comenzó su carrera como pintor y director de cortometrajes experimentales antes de debutar en el cine con Eraserhead (1977), una película de culto que lo llevó a Hollywood. En 1980, su película The Elephant Man recibió múltiples nominaciones al Óscar, marcando su ascenso a la fama. Aunque su adaptación de Dune (1984) fue un fracaso comercial, su renacimiento artístico llegó con Blue Velvet (1986), consolidándose como uno de los cineastas más influyentes de su generación.
Reconocimientos y legado
Lynch ganó la Palma de Oro en Cannes por Wild at Heart (1990) y siguió recibiendo reconocimiento con Mulholland Drive (2001), su obra más aclamada, que le valió otra nominación al Óscar. En 2024, anunció su retiro debido a un diagnóstico de enfisema, tras años de fumar, marcando el fin de su carrera como director.
Su obra, marcada por una narrativa enigmática y visualmente impresionante, continuará siendo estudiada e inspirando a cineastas de todo el mundo. David Lynch dejó un sello inconfundible en la industria, desafiando las normas y transformando la forma en que contamos historias.