La producción de Emilia Pérez ha generado controversia tras revelar el uso de Inteligencia Artificial para mejorar el canto de Karla Sofía Gascón, uno de sus personajes principales. La tecnología utilizada, Respeecher, especializada en clonación de voz, permitió a la actriz alcanzar rangos vocales que, según se indicó, no habría podido lograr por sí misma.
El uso de IA en la película ha desatado un debate en redes sociales sobre la ética de emplear esta herramienta para modificar la actuación, especialmente cuando la película ha recibido reconocimientos como los Globos de Oro y fue aclamada en el Festival de Cine de Cannes. Algunos usuarios cuestionan si esta técnica podría considerarse un fraude, mientras que otros defienden que es una extensión de los efectos especiales utilizados en la industria cinematográfica.
A pesar de las críticas, algunos aseguran que el uso de la IA no tuvo un impacto significativo en la actuación de Gascón, lo que plantea la pregunta de si realmente era necesario. Este incidente podría provocar que la Academia de los Oscars establezca nuevas pautas sobre el uso de tecnologías en el desempeño actoral, un área que hasta ahora ha permanecido sin regulación clara.