La mansión de Nicole Kidman y Keith Urban fue asaltada el pasado 14 de febrero en Los Ángeles, sumándose a una creciente ola de robos a viviendas de celebridades. Los ladrones ingresaron tras romper una puerta de vidrio, aunque aún no se ha confirmado qué objetos fueron sustraídos.
La Policía de Los Ángeles respondió a una llamada de emergencia alrededor de las 8 de la noche, pero la pareja no se encontraba en la residencia en ese momento. Las autoridades creen que el ataque no fue dirigido específicamente a ellos, sino parte de una serie de robos al azar que afectan a figuras del entretenimiento y el deporte.
Este incidente se suma a otros asaltos recientes a viviendas de alto perfil. En diciembre, la casa del mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, fue robada mientras jugaba un partido en Texas. También se han reportado ataques contra jugadores como Patrick Mahomes, Travis Kelce y Luka Dončić.
Las autoridades han advertido sobre la presencia de bandas organizadas que operan en distintas ciudades de EE.UU., lo que ha llevado a la NFL y la NBA a alertar a sus jugadores sobre los riesgos de seguridad en sus propiedades.
La creciente ola de robos mantiene en alerta a las celebridades, reforzando la necesidad de mayor seguridad en sus hogares.