El Monumento a la Revolución se convirtió en el escenario de un homenaje a las mujeres que han marcado la historia del rock en México. El concierto Sirenas al ataque reunió a diversas artistas para rendir tributo a las pioneras que, a lo largo de las décadas, han desafiado los estereotipos y abierto camino en un género históricamente dominado por hombres.
Este evento dio inicio al Festival por la Igualdad: Es Tiempo de Mujeres, y fue impulsado por la cantante y compositora Tere Estrada, quien ha documentado la historia del rock femenino en su libro Sirenas al ataque: historia de las mujeres roqueras mexicanas.
Un tributo a las pioneras del rock femenino
Durante la jornada se recordó a figuras emblemáticas como Gloria Ríos, la primera mujer en grabar un disco de rock and roll en México, y a Las Mary Jets, la primera banda femenina en tocar con instrumentos eléctricos en la década de los 60. También se honró a Margarita Bauche, reconocida por componer una canción sobre la matanza de Tlatelolco.
Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, destacó la importancia del evento y reconoció la trayectoria de 44 mujeres que han desafiado las normas establecidas para abrir espacios en la música.
Una noche de rock y reconocimiento
El concierto contó con la participación de artistas de distintas generaciones, entre ellas Las Bloody Benders, Las Luz y Fuerza, Baby Bátiz, Madame Recamier, Vondré, Renee Mooi, Cecilia Toussaint, Las Ultrasónicas y Jezzy P. Durante la velada, se interpretaron versiones renovadas de clásicos del rock en español, como Edi Edi y Tú serás mi baby, de Angélica María.
Además del espectáculo en vivo, el evento será parte de un documental que documentará más de dos décadas de lucha de las mujeres en el rock mexicano.
El rock femenino sigue en pie
A lo largo de la historia, las mujeres en el rock han enfrentado múltiples barreras, desde el escepticismo del público hasta la falta de reconocimiento dentro de la industria musical. Sin embargo, como quedó demostrado en Sirenas al ataque, continúan organizándose y levantando la voz para reclamar su espacio.
Este homenaje no solo celebró la trayectoria de las pioneras, sino que también sirvió como una declaración de resistencia y empoderamiento para las nuevas generaciones de mujeres en el rock.