Brasil se encuentra de luto tras confirmarse el fallecimiento de Nabila Furtado, reconocida exreina de belleza, quien murió este 25 de abril a los 35 años luego de enfrentar una larga y dolorosa batalla contra el cáncer de mama, enfermedad que le fue diagnosticada en 2020.
A lo largo de los últimos años, Nabila se sometió a diversos tratamientos como quimioterapia y radioterapia, pero el tipo de cáncer que padecía era agresivo y continuó avanzando.
Su esposo, Juninho Geraldo, compartió que en marzo su salud se agravó significativamente debido a un nuevo episodio de trombosis, lo que la mantuvo hospitalizada durante varias semanas.
“Nabila descubrió que tenía una forma agresiva de cáncer de mama en 2020. Se sometió a quimioterapia y radioterapia, y recibió tratamiento, pero el cáncer continuó propagándose”, relató su esposo Juninho Geraldo a medios locales.
Geraldo explicó que en marzo su salud se deterioró drásticamente, tras un nuevo cuadro de trombosis.
“Estuvimos un mes en el hospital y a principios de abril volvimos a casa con todo el equipamiento hospitalario necesario para atenderla. Sus vasos sanguíneos se habían bloqueado y tenía mucho dolor. En el hospital lograron aliviar el dolor y regresó a casa, donde permaneció tres semanas”, agregó.
Además del cáncer, la modelo sufrió graves complicaciones como una trombosis en el brazo y el hombro, problemas respiratorios severos y una embolia pulmonar, que finalmente le arrebató la vida. Tras un mes en el hospital, regresó a casa con cuidados especiales, donde pasó sus últimas semanas rodeada de sus seres queridos.
Nabila no solo fue admirada por su belleza, sino también por su fortaleza. Representó a Brasil en varios concursos internacionales como Mrs. Glam World 2022, y recibió múltiples títulos, entre ellos:
Miss Espírito Santo Intercontinental
Miss Cariacica 2009
Miss Brasil Queen 2016
Miss Simpatía en Miss ES 2020
Musa do Brasil 2013
A pesar de su enfermedad, Nabila se mantuvo activa en redes sociales, donde compartía su amor por la moda y consejos de salud y bienestar, convirtiéndose en una voz de esperanza para otras mujeres que enfrentaban diagnósticos similares.
Su legado permanece no solo en los certámenes que ganó, sino en la manera en que enfrentó su enfermedad con valentía y dignidad.