Sus enemigos lo ubican en el Senado de la República, quienes lo siguen lo ven en el despacho del gobernador. Esta misma mañana, inicia en su nueva etapa sometiéndose a los cuestionamientos de la prensa; a las 8:00 horas inicia en nuestro espacio periodístico radial.
A partir de este momento cualquier gesto, guiño, saludo, sonrisa, desplante que haga o le hagan al ex alcalde será motivo de análisis y crítica. El desfile de leales será tan grande como el de oportunistas; las definiciones serán lo más difícil para aquellos actores que no se atreven a quedar fuera del aparato público o quienes desean entrar ante la posibilidad del retorno priista.
Una de las decisiones más audaces fue la entrega al alcalde suplente, Rogelio Sánchez Gatica, de la batuta municipal, con tiempo suficiente para hacer gobierno; pero además, aunque los nombramientos de los cambios en el gabinete fueron realizados bajo la gestión de Garrigós, se entiende que el perfil responde a la recomendación y decisión del nuevo presidente municipal.
Otro de los aspectos que debe rescatarse es el acercamiento que ya se ha dado entre actores que apenas unos minutos antes no se acercaban a las sesiones de cabildo; ahora ya buscan los acercamientos para el diálogo, los negocios y los acuerdos con el flamante gobernante.
Los discursos, entre uno y otro, son contrastantes. Quien busca y anhela el crecimiento político inmediato es directo, fresco y en ocasiones hasta superficial; le llaman los expertos el nuevo discurso de la política. Quien encuentra en el espacio de gobernar la consolidación de una vida, la oportunidad de trascender en el legado municipal, encuentra en las palabras el significado preciso para enviar su mensaje; no es una redacción de viejo, es una obligada manifestación acorde con los años y con la cátedra.
Ahora, en sus contestaciones, Manuel Martínez Garrigós no sólo es calculador, es cuidadoso y no varía en hacer ver que ante el respeto a los tiempos, al estatuto de su partido, no puede definir hacia dónde ni por cuál espacio decidirá participar. Las especulaciones son muchas: que adelantó los tiempos de su salida para no quedar fuera de la posibilidad de buscar un escaño en el Senado o de menos una curul en la Cámara de Diputados, que la estrategia de haber desocupado la oficina municipal obedece a que los golpes y críticas vayan más en lo personal que en contra de lo que se ha realizado y construido.
Hasta las percepciones son encontradas: hay quien dice que los gritos de apoyo para el todavía alcalde en el recinto del Museo de la Ciudad decían “¡Garrigós… Gobernador!”; otros oídos escucharon “¡Garrigós… Senador!”.
La figura de Enrique Peña Nieto fue resaltada en el discurso de salida. Leal a su causa y a los principios del Partido Revolucionario Institucional, Martínez Garrigós se alinea y camina en ese sentido. La figura de Manuel Martínez Garrigós fue citada por el alcalde entrante, en razón del reconocimiento al alumno, al político y al ex alcalde.
Muchos esperan una nueva época; una forma diferente de hacer política. Sin lugar a dudas así será, la edad del nuevo presidente municipal y del equipo cercano marca una diferencia; sin embargo, se asegura continuidad, cobijo a lo desarrollado, cuidado a la espalda del anterior.
Por lo pronto, la puerta de la oficina de Rogelio Sánchez Gatica está abierta; nos consta. Dice quien ha vivido que las puertas que el padre o el antecesor ha cerrado, corresponde al hijo o al sucesor abrirlas. Por lo menos así trabajamos en nuestra casa y en las labores profesionales.