A Don Jaime, le debo eterna gratitud, pues siempre tuvo para mí expresiones de apoyo. Pero más allá de mi gratitud personal, mi reconocimiento y admiración se sustentan sobre todo, porque la contribución de Don Jaime es invaluable para el estado de Morelos, para la gente, ya que gracias a él se cuenta con un medio a través del cual miles de personas, sin apoyo alguno, han tenido la posibilidad de defenderse y resolver diversos problemas, ante los abusos e injusticias. Descanse en paz un gran hombre y un gran comunicador.
Pasando ahora a mi artículo, vincularé la falta de oportunidades para la educación, ya tratada en mi colaboración La educación, no es un asunto menor, en donde he señalado que la educación es una zona de desastre. Ahora podremos entender cómo una gran cantidad de jóvenes están siendo reclutados por el crimen organizado, para llevarlos como peones, a la economía subterránea. Claro está que entre menos capacidades y habilidades tengan para la vida, los jóvenes están más vulnerables, más susceptibles de agarrarse a cualquier oferta económica. No cuentan con herramientas básicas. Aquí no se trata de que sean consumidores de drogas, más bien, lo que ahora les está dando valor, es la falsa y prematura identidad de ser narcos, de ser parte de los sicarios, que es el lugar del “héroe”. Ahora ya no es importante ser “adicto”, que es el lugar del enfermo, eso ya quedó en segundo término. Este es un sector de la juventud que se está enrolando vertiginosamente al medio delictivo. Sin alternativas, con valores torcidos. Con el desgraciado ejemplo de sus padres y abuelos, que trabajaron duro toda la vida, para nada, ya que nunca pudieron salir de pobres. Ahora sienten y saben que nunca serán nada, sin oportunidades de estudiar, sin oportunidades de un trabajo digno, bien remunerado. Jóvenes que piensan y sienten que no tienen más opción que el narco. Sin más exigencia que arriesgar la vida, que no vale nada, piensan que participar en el narcotráfico les abre una ventana a la esperanza. Éste es para mí, uno de los peores impactos que tiene actualmente la narcoeconomía: la educación abortada y el gran estímulo para delinquir, generando la narco-burguesía. ¡Mucho más que un problema de salud! En medio de esta situación económica, aparece lo que Ana Josefina Álvarez Gómez describe como la función social de la droga. En estas circunstancias, las drogas aportan a los sujetos debilitados, deprimidos, frustrados, una alternativa de fortaleza adaptativa que les permite soportar el contexto social tan adverso, tan contradictorio y tan injusto. Lejos de interpretarse como un consumo desadaptativo, se le considera como un ajuste adaptativo en este mundo tan irracional que nos tocó vivir. En todo caso, el verdadero problema de salud está en la droga llamada alcohol. Quiero cerrar mi colaboración con un tema tan obvio, pero tan descuidado como es el consumo del alcohol.
Aquí en México, no hemos aprendido que desde hace ya muchos años, el gran problema que tenemos en materia de adicciones no es el consumo de drogas ilegales, sino la manera de consumir alcohol. Más que cualquier otra droga, tan perseguidas y satanizadas, el alcohol ha causado grandes daños a la salud y de tipo social, a los mexicanos. Ya lo trabajó Eduardo Menéndez en su investigación Morir de alcohol, en 1990. Los datos recientes de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2008, nos confirman una vez más, en dónde está el gran problema de consumo de sustancias de nuestro país: “el principal problema es el consumo de bebidas alcohólicas en grandes cantidades por ocasión, en el país y lo tenemos en todas partes: en el medio rural, en el medio urbano, sin distinción o condición social económica. Y, la dependencia afecta a 4.2 millones de individuos, lo que aumenta la posibilidad de dependencia y de daño a la salud, ya que se relaciona con 9% de las causas de mortalidad general, sobre todo por accidentes, cirrosis hepática y violencia intrafamiliar.” (ENA, 2008). Tanto recurso invertido en problemas relacionados con las adicciones a drogas ilegales, cuando el verdadero mal está en la manera en la que nos relacionamos con el alcohol, sobre todo en el centro y sur del país. ¡Hasta la próxima! Twitter: @Bilbao_pieldura e_mail: fer_bilbao@hotmail. com