Los cargos de elección popular y la responsabilidad para ejercer de acuerdo a las facultades vencen hasta el último segundo del mandato entregado en votación; por supuesto que existen límites no escritos que deben observarse. Sin embargo, en el caso de citarse o no a una extensión del trabajo legislativo, es necesario conocer con toda precisión la agenda o para ser claros, la “Orden del Día” que en su caso sería abordada en el Pleno.
Es ahí en donde radican las dudas y los señalamientos. Esa sí es una “cortesía” que debe existir en este caso y para cualquier otro momento que pretenda legislarse; sin embargo, la forma oscura como se ha manejado el Congreso en la LI Legislatura, es lo que genera desconfianza y ha confrontado a quienes ven como una amenaza para el próximo gobierno, posibles modificaciones a los reglamentos vigentes que puedan trastornar o limitar la administración a cargo de Graco Ramírez Garrido Abreu.
Por supuesto que sería importante, y así lo hemos reclamado, que el Congreso no trabajara por periodos sino en un esquema de continuidad; sin embargo, también comprendemos la necesidad del denominado trabajo en comisiones que ante la especialización de los diversos temas, hacen necesario el análisis de fondo con la participación de múltiples asesores.
Pero el caso que atendemos en esta entrega es más la desconfianza basada en las posturas partidistas por sobre lo que necesita el Estado. Hasta el momento solo hemos logrado conocer en varias entrevistas con el Presidente de la Mesa Directiva del H. Congreso, Jorge Arizmendi García, sobre lo que no se trabajará: en el tema del transporte (tarifas) el Congreso definió su postura y ahora corresponde al Ejecutivo actuar; y en el tema del pago de la prima de antigüedad a los maestros jubilados, también se nos ha hecho notar que es momento del Poder Ejecutivo.
Se nos ha dejado entrever que existen pendientes en temas de salud y seguridad pública, pero no se proporcionan detalles. La agenda no se transparenta y eso tiene una explicación, no existe el consenso para avanzar y ante ello se pretende alguna sorpresa.
Se han autorizado el pago de jubilaciones bajo el esquema de “cesantía en edad avanzada” que solamente pueden traducirse en complicidad y robo legalizado al erario; se sabe que por lo menos dos magistrados del Tribunal Superior de Justicia (uno de ellos su ex presidente ya sin cargo) esperan con ansiedad que el tema se someta a votación en el Legislativo.
En todo caso la “cortesía” debe correrse a la sociedad, a los votantes, al pueblo gobernado; y es el caso de que jamás es consultado. Tal parece que una vez ubicados en esos sillones cubiertos piel, algún virus maldito recorre sus cuerpos, y trastorna a todos por igual.
No es asunto de cortesías como tampoco lo es de desconsideración; nosotros lo vemos más como un asunto de transparencia, responsabilidad y compromiso. Un periodo extraordinario de sesiones puede ser tan positivo en la medida que se sepa lo que ha de tratarse, pero también es negativo cuando no se dan a conocer las pretensiones oscuras con intereses más personales y de partido, que en beneficio de la población general.
Al Aire
Un llamado al Gobierno del Estado para no ceder a las presiones de entrega de nuevas concesiones, ni regularización de las mismas para el transporte público (taxis y rutas) hace el dirigente de la Federación Nuevo Grupo Sindical, Bulmaro Hernández; solicita romper con esta práctica de fin de sexenio que maltrata a quienes han cumplido conforme a los reglamentos.
A finales de la semana pasada manifestó esta postura, ahora en entrevista nos hace notar que debe entregársele al gobernador electo, por el planteamiento hecho en campaña –recuérdese que se ha anunciado la intención de crear la Secretaría de Movilidad y Transporte- la responsabilidad de hacer los cambios que considere pertinente.
Hoy el debate está centrado en el aumento a la tarifa mínima y el descuento del 50% a los estudiantes y personas en edad avanzada; el gobierno en turno advierte estar en plena revisión y en la aplicación de estudios de factibilidad. Por su parte Graco Ramírez hizo pública su postura: primero véase por la calidad del servicio y después por el incremento en las tarifas.
La tarifa y la calidad van de la mano, pero también hay que pensar en la construcción de centrales, en la habilitación de bahías para generar seguridad, en la renovación del parque vehicular, en alternativas de transporte público que pueda desahogar las calles del área metropolitana, entre otros muchos pendientes que hoy son una verdadera problemática en el estado.