“Vuelta por el universo, alto cada vez más alto... Sin palabras, amor eterno para vos... Poder decir adiós es crecer...”, expresó en las redes sociales la hija de Gustavo Cerati, quien falleció ayer en Buenos Aires tras cuatro años en coma.
Lisa Cerati se despidió de su padre con ese corto mensaje que colgó en su cuenta de Facebook, junto a una foto del músico y compositor, sonriente, recortado contra el cielo azul.
El texto de Lisa fue, a su vez, compartido en la red social por la madre del artista, Lilian Clark, y por el otro hijo de Gustavo Cerati, Benito, ambos frutos de su matrimonio con la chilena Cecilia Amenábar.
“Ahora está para siempre, en cada canción, en cada música, va a ser inmortal”, declaró la tía, la única familiar directa que habló con la prensa tras conocerse la noticia del deceso.
“Gustavo no tenía dobleces, desde chiquito tuvo la vocación por la música y tuvo la suerte maravillosa de poder realizar su sueño”, afirmó.
La mujer contó que Lisa, de 18 años, y Benito, de 21, “están llorando su dolor, tienen que vivir su duelo por su padre adorado”.
Según la prensa chilena, Amenábar viajaría para asistir a las exequias del músico, cuyos restos serían velados ayer, a partir de las 21:00 hora local, en la Legislatura (parlamento comunal) de Buenos Aires.
Dora Cerati se refirió también a la madre del músico, quien estuvo a diario a su lado durante el coma. “Lilian está en su casa acompañada por hijos y nietos. Ella es una leona. Esto (la muerte) estaba entre las cosas que podían pasar, en contra de toda la fe, el amor y la energía que pusimos. Recemos en este momento de su viaje, vamos a estar fuertes y unidos”, afirmó la tía.
Gustavo Adrián Cerati Clark falleció ayer como consecuencia de un paro respiratorio en Buenos Aires. La información fue dada a conocer por Gustavo Barbalace, director de la Clínica ALCLA, en la que se encontraba internado el músico.
“Murió dignamente, sin ningún tipo de sufrimiento, sin ninguna lesión”, dijo Barbalace, y destacó que en los últimos días el estado de Cerati “no mostraba un decaimiento particular”, sino que se mantenía estable. Dio a conocer la noticia sin la compañía de los familiares de Cerati, pues el fallecimiento, dijo, se produjo dos horas antes del inicio del horario regular de visitas.
El médico, quien asistió a Cerati desde octubre de 2010, cuando fue derivado de la clínica bonaerense Fleni, destacó la “comunicación especial” que Cerati mantuvo con su madre, pese a estar en coma. Aunque aseguró que “desde lo humano creí que podía haber un milagro” que permitiera la recuperación de Cerati, aclaró que “desde lo científico sabía que era algo sumamente improbable”.
Según reportes médicos, un paro respiratorio, como el que sufrió Cerati, es seguido de un paro cardiaco por lo que se detiene la circulación de la sangre y del suministro de oxígeno al cerebro casi de manera simultánea.
Cerati permanecía en coma desde el 15 de mayo 2010 debido a una isquemia cerebral y un accidente cerebrovascular que sufrió en Caracas, Venezuela, luego de un concierto que dio como parte de la gira de Fuerza natural, el último disco que editó.
En aquel entonces los médicos dijeron que la condición del músico se debió a una fuerte subida de la presión arterial que los llevó a practicarle una cirugía que ayudara a disminuir la presión del flujo sanguíneo en el cerebro. La intervención médica mostró que había un daño extenso, dijo Ramón Leiguarda, especialista que atendió a Cerati.
Fue operado en Caracas y 20 días después trasladado a Buenos Aires por su madre, y su hermana, Laura Cerati. Tras el procedimiento quirúrgico, los médicos decidieron inducir a Cerati en coma con la idea de que el estado ayudara a la recuperación cerebral del rockero.
A lo largo de los más de cuatro años que permaneció en coma, y apoyados por estudios médicos, los familiares del cantante aseguraban que el músico presentaba signos de consciencia, lo que alimentaba las esperanzas de su familia y de sus fans. Sin embargo, Cerati permaneció vivo gracias a implementos médicos, como el respirador artificial con el que era asistido por una infección respiratoria.
Su madre confiaba en la recuperación de su hijo. “Cuando llego me aprieta fuerte la mano. Miro los monitores y veo que se emociona. Yo sé que está. Le cuento cómo está el día, le canto, le hablo mucho. Pienso que está renaciendo y quiero que sienta que está acompañado. Cada ser humano es único y hay que pelear por eso”, señaló Clark.
“Son cuatro largos años y yo estoy entera, pero los años han venido acompañándome, y eso me debilita un poco. Cumple 55 mi nene y ojalá que sea el definitivo y, a partir de ahora, pueda contestar él las preguntas”, dijo en mayo pasado, cuando Gustavo cumplió 55 años, tiempo en que el último parte médico aseguraba que estaba estable.
“Apelamos a esa energía vital que él tiene. Fuerza natural. No en vano hizo premonición con ese disco. Ese disco a mí me pone piel de gallina. Él en alguna entrevista lo dijo: ‘Yo ahora voy a descansar un tiempo, atrás mío viene mi hijo’.”
Hay una grieta en mi corazón
Fanáticos de todas las edades, muchos de ellos llorando, llegaron hasta la clínica ALCLA y ahí dejaron las muestras de cariño al exlíder de Soda Stereo, entre ellas, ramos de flores y centenares de carteles.
En el lugar se montó un mural con dos fotos gigantes del músico, sobre los que sus seguidores estampaban sus firmas, trozos de las letras de sus canciones y la frase “¡gracias totales!” que se convirtió en el sello de Cerati.
Su muerte conmocionó a Argentina, cuyo Gobierno expresó su “pesar” por el fallecimiento del artista, al que calificó en un comunicado como “uno de los músicos más entrañables” del país, “autor de canciones memorables como parte del icónico grupo Soda Stereo y dueño de una extensa trayectoria solista”.
La presidenta Cristina Fernández, recordó a Cerati a través de su cuenta en Twitter, donde publicó una foto y un video del artista con el también cantautor argentino Luis Alberto Spinetta, fallecido en febrero de 2012.
“Gustavo Cerati y el flaco Spinetta, ídolos populares de varias generaciones de argentinos... Acá tocaban juntos el tema Bajan. En realidad, subieron. Inolvidables. Y juntos para siempre”, escribió Fernández.
Zeta Bosio, bajista de Soda Stereo, que entre 1982 y 1997 revolucionó la escena del rock latinoamericano, agradeció a este “genio único”.
“Lamentablemente es cierto, el León dejo de luchar, qué día triste, gracias por lo que nos diste, genio único, gracias por estar en mi vida, hasta siempre”, escribió Zeta Bosio en Twitter.
“Estoy shockeado(sic) la verdad que todavía no caigo. Si bien era algo que uno se imaginaba, siempre mi posición fue tener fe y esperar el proceso de curación. El cuerpo evidentemente dijo que tenía que ir para otro lado”, dijo consternado el otro integrante de Soda, Charly Alberti, a la televisión local.
“Era una persona brillante, inteligente, sensible, compañero. Fue una de las personas con más luz que yo conocí en mi vida, estoy absolutamente agradecido a la vida de haberme cruzado con él y haber armado lo que hicimos con él y con Zeta (Bosio).”
Conmovido, Alberti dijo: “Una de sus características era sentirse irrompible. Eterno, lo es y lo será... Y es por lejos el mejor músico que salió de la Argentina en los últimos 50 años”.
Alberti reveló que al mediodía habló con Zeta, y compartieron su emoción. “Fue muy doloroso para nosotros porque son muchos recuerdos, crecimos juntos los tres. Lloriqueamos juntos, nos dimos fuerza el uno al otro”, narró.
“Lo que hicimos fue genial. Soda podía tener un futuro tan genial como su pasado o nada, porque lo que logramos fue mucho más que lo que imaginamos, y todo lo que hicimos lo hicimos con mucho amor y respeto por la música y la gente que nos escuchaba. Con la frente en alto puedo decir que fue algo magnífico, increíble e irrepetible, si hubiera habido un futuro hubiera sido igual de genial”, dijo Alberti.
“Pasamos mucho tiempo juntos y eso con las consecuencias positivas y negativas en el aspecto personal. Todo fue bueno, hasta los momentos difíciles que pasamos como personas, amigos, hermanos. Es una de las personas que más amo en el mundo. Hoy no me queda más que despedir a Gus, aunque siempre va a estar conmigo. Voy a comenzar mi duelo tranquilo.”
Imprescindible
El rock latino de las décadas de los 80 y 90 sería imposible de explicar sin la figura de Gustavo Cerati, afirmó el crítico mexicano Jaime Almeida.
“La noticia de su falle-cimiento es un acontecimiento bastante triste para la música, porque Cerati es uno de los grandes del rock latino y, sin él, no sería posible explicar todo el movimiento que sucedió en la segunda mitad de los 80 y principios de los 90”, indicó.
“Cerati es una figura central del rock. Soda Stereo surgió tras la Guerra de las Malvinas, luego de la caída de la dictadura militar de Argentina que había mantenido al rock de una manera reprimida, en el underground y la banda se gestó en ese cambio social”, explicó en entrevista.
Luego de su primer disco Soda Stereo (1984), la banda provocó en América Latina un boom similar a la Beatlemanía.
“En México existen miles de seguidores que catalogaron su música como visionaria, siempre al borde de lo nuevo. Es una lástima que Cerati haya caído en estado de coma, siempre hubo la ilusión de que despertara y regresara, pero no fue así. Él se ha ido pero su música se queda.”
Destruyendo mitos
Desde el surgimiento de Soda Stereo, a mediados de los 80 con sus melodías pegadizas —herederas del new wave, el pop y el ska—, el rock argentino quedó ridículamente dividido entre los rockeros duros, con bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y los supuestamente blandos, entre las que estaban bandas como Soda Stereo.
Nada más erróneo: Cerati probablemente haya sido uno de los artistas con más actitud rockera del panorama argentino, un músico que desde los tiempos de Soda (y más tarde como solista), se embarcó en agotadoras giras nacionales e internacionales cada que editó un álbum.
Como aquella gira de 1999, cuando lanzó Bocanada, su primer disco solista tras la separación de Soda Stereo, que lo llevó a recorrer Argentina, México, Chile, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Colombia, EU, España y Venezuela y que culminó con seis funciones en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires.
Una costumbre de la que ni siquiera se apartó cuando en 2006 le diagnosticaron una trombosis venosa. “Con Soda hemos llegado a estar seis meses fuera de casa. El hecho de haber tocado mucho en América Latina hace que lo argentino se neutralice. No es que vas a tocar para un club de argentinos”, declaró Cerati en una de sus últimas notas.
Él siguió rodando y luego de tocar los acordes finales del show en Caracas con el que el 15 de mayo de 2010 cerró la gira de presentación de su último disco solista, Fuerza Natural, sufrió una isquemia cerebral que lo mantuvo en coma hasta ayer.
Nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, Cerati dedicó más de la mitad de sus 55 años a la música.
A fines de los 70, mientras estudiaba publicidad en la Universidad del Salvador, en Buenos Aires, conoció a Héctor Zeta Bosio, futuro bajista de Soda Stereo. Al poco tiempo se les sumó Charly Alberti en la batería. Cerati puso la guitarra y la voz. Conscientes del poder de la imagen, estos jóvenes herederos del new wave comenzaron a tocar en los bares de Buenos Aires con una estética muy parecida a la de los británicos The Cure: pelo batido, ojos delineados y ropa oscura.
Su primer disco, Soda Stereo, del que hace pocos días se cumplieron 30 años de su edición, incluyó los éxitos ¿Por qué no puedo ser del jet-set? yTe hacen falta vitaminas que, con su ritmo marcadamante ska, hicieron bailar hasta el cansancio a una generación de jóvenes que buscaba divertirse un poco después del fin de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Soda traspasó las fronteras y se convirtió en un auténtico fenómeno regional, con un enorme éxito en países como México. Grabó siete discos hasta el anuncio oficial de su disolución, el 1 de mayo de 1997, sin contar numerosos remixes, compilados y grabaciones en vivo, a través de los cuales su sonido fue mutando y volcándose cada vez más al pop, al tecno y a los sonidos electrónicos.
Más allá de ocasionales composiciones conjuntas con Bosio o Alberti, Cerati fue la verdadera alma de Soda Stereo y fue su firma la que estuvo detrás de los principales hits de la banda, como Nada personal, Cuando pase el temblor, Juego de seducción, Prófugos, Signos, De música ligera yZoom.
Tras la separación de la banda en 1997, después del mítico show de despedida del 20 de septiembre en el estadio River Plate de Buenos Aires, Cerati pronunció ante los 70 mil presentes dos palabras que recordarían todos: “Gracias totales”.
El músico continuó con una exitosa carrera solista, a la que ya se había asomado en tiempos de Soda Stereo, con el álbum Amor amarillo.
Su esperado disco tras la separación de Soda fue Bocanada, editado en 1999, que fue bien recibido por la crítica especializada. Le siguieron otros trabajos como Siempre es hoy, ¡Ahí vamos! y Fuerza natural (2009).
Tampoco se privó de grabar un disco con versiones sinfónicas de sus canciones, 11 Episodios sinfónicos, que presentó luego en el Teatro Colón junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, ni de componer la música para la película Más bien, de Eduardo Capilla. También grabó el temaMareo junto a la banda de tango electrónico Bajofondo, de Gustavo Santaolalla.
Una década después de la disolución, se volvió a reunir con sus compañeros de Soda para un regreso histórico que quedó plasmado en la gira Me verás volver de 2007, que incluyó 22 conciertos en nueve países latinoamericanos. En México actuaron ante un pletórico Foro Sol que se rindió al regreso de la leyenda.
con Información de Excelsior