Como era obvio, la cantante norteamericana empleó el medio tiempo del evento de la NFL para ir repasando sus éxitos más importantes, como Born This Way, Bad Romance, Pokerface, o Telephone. Lo hizo con un espectáculo tan dinámico como caro, ya que ha sido el que más dinero ha costado en la historia de la Super Bowl. Intel y sus 300 drones tienen bastante que decir en esto.
Introducir tantos vehículos no tripulados tiene sentido si a cada uno de ellos se le da la posibilidad de iluminar en diferentes colores, y utiliza la oscuridad del cielo como un lienzo en negro donde pintar formas.
WOW. Amazing.@ladygaga's #PepsiHalftime Show! #SB51 https://t.co/z9vCKRBKkC
— NFL (@NFL) 6 de febrero de 2017
Más de 70.000 personas en el estadio vieron el show de Gaga, pero en casa la audiencia ascendió a más de 110 millones de espectadores
Los drones de Intel dibujaron logos de marcas conocidas - Pepsi e Intel -, pero principalmente, la bandera de los Estados Unidos, que para eso la Super Bowl es un show muy patriótico.
No hubo grandes gestos en contra de Trump, tampoco invitados especiales - se esperaba a Beyoncé -, pero sí muchos mensajes sutiles que tienen que ver con integrar a grupos que no han empezado con buen pie la relación con el nuevo presidente.
La parte de los drones estaba grabada
Intel grabó el juego de drones los nueve días anteriores al evento de Houston, concretamente el día 30 de enero ya se había registrado todo lo necesario. Fue un trabajo de producción conjunto entre la NFL, Pepsi e Intel.
No se hizo en directo principalmente por no poder controlar el entorno, el clima. También por la perspectiva que se iba a ver desde el estadio, así que pilotos y creativos decidieron que había que grabarlo con las mejores tomas posibles y luego introducirlo en el guión de Lady Gaga.
Los drones vienen desde Alemania y Austria, son cuadricópteros pequeños y sencillos, no más pesados que una pelota de voleibol. En su parte inferior es donde llevan la iluminación multicolor LED para poder pintar el cielo
Intel nos cuenta que sus pequeños drones son resistentes al agua y podrían haber resistido vientos de unos 8 metros por segundo, pero eso son condiciones que no se pueden controlar, siempre puede ir a peor.
Mezclar arte y tecnología siempre gusta, pero hacerlo en escaparate como este es algo especial
Las pruebas comenzaron hace año y medio, con unos 100 drones trabajando en equipo, querían conseguir un efecto de fuegos artificiales con los sistemas de iluminación integrados en cada uno de ellos.
En esta ocasión se utilizaron 300 unidades pero no se batieron récords, ya que Intel ya había puesto a 500 drones a volar de forma conjunta, pero se abre una puerta que seguro no se va a cerrar: muchos espectáculos importantes utilizarán este recurso, como ya hacen en Disney World, por ejemplo.
Uno de los secretos del sistema de Intel para controlar tanto dron está en el software utilizado, o en la "sencilla" forma en la que han programado el show: los drones no se comunican entre ellos, ni siquiera cuentan con hardware anticolisión, lo que se hace es simplemente introducir el vuelo programado en cada uno de ellos.
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