Desde que Google compró Waze por 1.1 mil millones de dólares hace casi cuatro años, los planes para la aplicación no siempre han sido claros, ni siquiera para las personas que trabajan allí.
Di-Ann Eisnor, la cabeza de crecimiento de Waze, señala que estaba languideciendo dentro del monstruo de Google; incluso su bono en acciones no la hizo sentir mucho mejor. “Acababa de hacer un montón de dinero. Debería haber sido feliz”, recuerda.
En 2015, dos años después, sus sentimientos no habían cambiado mucho. Eisnor dice que ella y otros ejecutivos se acurrucaron en las oficinas de Waze en Tel Aviv para preguntarse, “¿Cómo diablos vamos a quedarnos aquí si estamos aburridos?”
80 millones
De usuarios tiene Waze en el mundo.
En lugar de abandonar la empresa, el grupo decidió ampliar Waze más allá de sus funciones para evitar tráfico. Waze Carpool, una aplicación independiente, comenzó como un pequeño piloto en Israel ese año, ahora también está disponible en San Francisco y, pronto, llegará a Brasil.
Se trata de un servicio para compartir los viajes que permite a los conductores programar la recogida de pasajeros a lo largo de sus rutas a cambio de dinero para gasolina.
Los pasajeros pueden reservar en el último minuto o con antelación. Para desalentar las cancelaciones, el conductor y sus acompañantes comparten información personal tomada desde Facebook o LinkedIn.
Eisnor dice que los resultados son alentadores. Miles de personas están usando Waze Carpool, y algunos grupos ya comparten sus rutas de forma regular, por ejemplo, para ir a trabajar. Waze se está preparando para ampliar el servicio a más ciudades de todo el mundo para finales de año.
Carpool
Que ya funciona en Israel y EU, llegaría a México en la segunda mitad del año.
La compañía dice que este servicio no busca competir con Uber u otras aplicaciones similares, y que el principal objetivo es reducir la contaminación. También señala que no quiere que choferes profesionales participen; cada usuario puede dar sólo dos paseos al día y las tarifas están topadas.
Waze no ha finalizado su estructura de pago, pero asegura que no dará a los conductores más de 54 centavos por milla en Estados Unidos, lo que significa que no tendrán que declararlo como ingresos.
Un recorrido reciente en el Carpool de Waze de San Francisco a Mountain View (unos 61 kilómetros) costó 8.60 dólares, cerca de una quinta parte de un viaje comparable en Uber.
Waze está apostando a que esta estructura más informal les ayudará a evitar los problemas de regulación que ha enfrentado Uber.
Un desafío inmediato para Waze es que generar la combinación de conductores y pasajeros requiere un conjunto muy diferente de herramientas que construir un sistema de navegación, explica Jennifer Belissent, analista de Forrester Research.
Dicho esto, el reconocimiento de marca de Waze y su base de usuarios de 80 millones le dan una mejor oportunidad que a la mayoría para tener éxito, añade. | El Financiero