El Telescopio para Objetos Ópticos Transitorios (DDOTI, por sus siglas en inglés), conformado por seis instrumentos, observará el cielo desde el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) en la sierra de San Pedro Mártir en Baja California, en la búsqueda de ondas gravitacionales y destellos de rayos gamma, con el fin de comprender a mayor detalle eventos como la muerte de estrellas en supernovas, la ubicación de estrellas de neutrones y la colisión de agujeros negros, así como detectar exoplanetas similares a Júpiter.
El proyecto es una colaboración conjunta que inició hace dos años entre México, Estados Unidos y Francia, a través del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Agencia Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA).
El astrónomo Alan Watson Forster detalló este viernes en conferencia de prensa en el IA, que el presupuesto para los seis telescopios fue de 6.3 millones de pesos, los cuatro telescopios que se instalarán a finales de 2017 costaron un millón 600 mil pesos; los fondos provinieron del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (60%), la UNAM (20%) y la NASA (20%).
El Instituto de Astronomía —a cargo del OAN— inauguró el último de sus grandes telescopios en 1979, indicó Jesús González González, director del IA, por lo que DDOTI renovará y dará continuidad a los objetivos del Instituto: “Tener un alto impacto de la astronomía mexicana a nivel mundial, potenciar los múltiples y probados beneficios de los desarrollos astronómicos, formar recursos humanos en ciencia y tecnología. También se buscará una derrama para la industria tecnológica, para que México llegue a una mayor independencia y fortaleza”.
Esta nueva tecnología sólo puede realizarse con la participación de un conjunto de instituciones y países, dada su complejidad y costos, así que, desde el IA, indicó González, se buscan nuevos proyectos astronómicos con socios estratégicos nacionales e internacionales.
Sobre las misiones astronómicas de DDOTI, William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM e investigador del IA, comentó que él estará enfocado en estudiar con este nuevo instrumento de observación las ondas gravitacionales, que son perturbaciones, “olas” en el espacio-tiempo, que se propagan a la velocidad de la luz, producidas por el movimiento de grandes cantidades de materia como los agujeros negros o estrellas de neutrones.
Las ondas gravitacionales fueron predichas por Albert Einstein en 1915 y detectadas directamente por el experimento LIGO, en Estados Unidos, en 2015 y un año después se hizo público el descubrimiento.
Para las observaciones y análisis se utilizarán los datos que produce LIGO, aunque uno de los problemas es la incertidumbre en la posición que genera cuando detecta un evento.
“La habilidad de DDOTI será observar grandes secciones del cielo rápidamente para tratar de identificar contrapartes a fuentes de ondas gravitacionales, y una vez que se identifiquen, darles seguimiento con otros telescopios de diferentes espectros para identificar, por ejemplo, la distancia de una galaxia”, dijo Lee Alardín, quien es integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Alan Watson Forster, investigador del IA, comentó que la observación de primera luz se hizo al Cúmulo de Virgo, una aglomeración de mil 500 galaxias, con los primeros dos telescopios instalados. Estos se encuentran en la misma montura, pero apuntados a lugares ligeramente distintos en el cielo para abarcar el doble de área para las observaciones.
“Lo especial de DDOTI es el área que puede observar en el cielo, telescopios convencionales como los que tenemos en San Pedro pueden observar la décima parte. DDOTI contará con seis telescopios, dos ya están instalados, y a finales de año se le colocarán los cuatro restantes, así la cobertura será 360 veces más grande que el área de la Luna”, resaltó el investigador sobre las capacidades del nuevo aparato astronómico.
Los rayos gamma no se pueden observar desde la Tierra debido a la atmósfera, la NASA los detecta con los satélites Swift, instrumento que cuenta con un telescopio de rayos X que permite localizar los destellos de rayos gamma con gran precisión, hasta 100 por año, y Fermi, instrumento que detecta hasta 250 destellos al año, con la salvedad de que los datos que arroja sobre su posición son muy imprecisos por no contar con telescopio de rayos X.
“DDOTI tomará los datos de ambos instrumentos y rastreará el área de 10 grados donde se generaron los destellos buscando la fuente de las explosiones. Yo creo que éste va a ser un gran avance para los estudios sobre rayos gamma porque se tendrán muchos más datos y de mayor calidad”, comentó Watson Forster.
Otra de las tareas que DDOTI podrá hacer, abundó Yilen Gómez Maqueo, es detectar Júpiters calientes, es decir exoplanetas que están fuera del Sistema Solar y que tienen la masa más o menos de Júpiter (pueden ser más pequeños o hasta dos veces el tamaño de este planeta). Eso será posible, explicó la investigadora, gracias a “que estará observando el cielo constantemente y estará midiendo la cantidad de luz que recibimos de diferentes fuentes astronómicas”.
Gómez agregó que de todos los exoplanetas que se conocen —más de dos mil confirmados— “sólo hay unos cientos que son Júpiters calientes y todavía tenemos que explorar cómo se formaron, cómo es que llegan a estar tan cerca de su estrella y por qué tienen tamaños tan variados”.
La especialista señaló que para detectar a estos exoplanetas, que tardan de uno a diez días en dar una vuelta a su estrella, DDOTI medirá la luz de todas las estrellas que están en su campo de observación y registrará cómo pasa o eclipsa un exoplaneta a su estrella, lo que generará información respecto a la cantidad de luz que se podrá ver desde el sitio de observación.