“Trabajo prácticamente todo el día, mi trabajo implica muchos eventos y siempre era conocer a la misma gente, salir con la misma gente y se volvía muy complicado por tiempos y con la aplicación podía estar desde mi casa seleccionando viendo gente”, explicó Ana.
En un universo de 60 millones de usuarios mexicanos de internet, de los cuales el 80 por ciento utiliza redes sociales, las posibilidades para conocer a alguien por internet son altas; pero las estadísticas auguran que sólo el dos por ciento de la gente que se conoce en alguna aplicación para citas termina en una relación estable o duradera, el resto se traduce a encuentros casuales.
Sin saber algo sobre el panorama, Ana se internó en aplicaciones para buscar esa media naranja y después de intercambiar varios mensajes vía celular, la cita entre la joven de 25 años y su match se convirtió en realidad.
“Cuando ya fue la hora de conocernos y así, me di cuenta que no era el de las fotos, era una persona totalmente diferente muy ajena a las fotos que había posteado”, comentó Ana.
La cita continuó y luego de un par de horas él se ofreció a llevarla a su casa.
“En algún punto se detuvo y fue como dije qué haces, por qué nos detenemos e inmediatamente se me fue encima, bajó los seguros, se quitó el cinturón de seguridad y se abalanzó sobre mí. Fue bastante agresivo, me empezó a arrancar la ropa, me arrancó la blusa, empecé a gritar y me dijo grita lo que quieras aquí nadie te va a escuchar”. destacó Ana.
Ana pudo escapar de su agresor, pero la cuenta de Facebook que el hombre había ligado a la aplicación para citas desapareció al igual que su número telefónico.
Pero este no es un caso aislado, a finales de noviembre, la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) alertó sobre un grupo de mujeres que enganchaba hombres a través de la red social Tinder para después robarlos.
Las llamadas ‘Goteras VIP’ citaban en restaurantes o bares a sus víctimas y tras convivir con ellos, aceptaban ir a sus casas, los drogaban y luego los robaban.