El CEO anunció que dejará de aceptar bitcoin por el impacto medioambiental que este implica. Pero, ¿es esa la única razón?
A menos de dos meses de que Tesla anunciara su intención de recibir bitcoin como forma de pago, la compañía se echó para atrás. Un tuit de Elon Musk dio a conocer que dejarían de aceptar la criptomoneda para comprar sus automóviles, lo que llevó a una caída sin precedentes: el precio del bitcoin cayó más de 10%.
Pero, ¿a qué se debió el súbito cambio de opinión del CEO respecto a la moneda digital? ¿Por qué de repente se volvió tan cuestionable el uso del bitcoin, incluso para Elon Musk?
Tesla & Bitcoin pic.twitter.com/YSswJmVZhP
— Elon Musk (@elonmusk) May 12, 2021
Como él mismo explicó en el tuit que llevó al desplome del valor del bitcoin, el minado implica un proceso que requiere grandes cantidades de energía y, por consecuencia, un impacto medioambiental desmedido.
En tiempos en los que la humanidad se enfrenta a una crisis climática inminente, Musk señala que las criptomonedas son “una buena idea en muchos niveles y creemos que tienen un futuro prometedor, pero esto no puede implicar un gran costo para el medio ambiente”.
Y, ¿cuál es exactamente ese costo?
De acuerdo con un estudio publicado en Nature Communications a principios de abril, las emisiones de carbono por el minado de bitcoin en China alcanzarían un pico máximo en 2024, con 130 millones de toneladas métricas de carbono. Esto excede las emisiones de gases de efecto invernadero de países enteros, como Italia o República Checa
Bitcoin mining leads to carbon emissions that could contribute to climate change, but in China energy consumption from the Bitcoin blockchain is predicted to peak in 2024https://t.co/lSXfORwldf
— Nature Communications (@NatureComms) April 8, 2021
De la misma forma, el consumo total de energía relacionado con la criptomoneda es ahora mayor que el de países enteros, como muestra esta gráfica de Digiconomist. Actualmente, si bitcoin fuera un país, ocuparía el sitio 34 en el ranking: justo debajo de Holanda y por encima de Kazajstán.
Y, específicamente sobre Tesla, estimaciones del Bank of Americaapuntan que las inversiones de la compañía de 1,500 millones en bitcoin equivalen a la huella de carbono de 1.8 millones de automóviles en un año. Let that sink in.
¿Preocupación por el medio ambiente?
La columnista Linette Lopez de Business Insider señala que este repentino cambio en la relación entre Tesla y la criptomoneda podría no deberse a que, de un día para otro, Elon Musk descubrió el impacto medioambiental del bitcoin. Es muy probable que el CEO ya lo conociera.
Environmental concerns aren’t new.
— Linette Lopez (@lopezlinette) May 12, 2021
What might be new is that Tesla realized that bc it can’t book Bitcoin sales as profits — but rather as an intangible asset — this was blowing a hole in its balance sheet. https://t.co/BeAKajRGkz
La decisión podría deberse, más bien, a que las ganancias en bitcoin no cuentan como tales, sino como activos intangibles. El bitcoin podría ser ganancia para la compañía al ser convertido a dinero en efectivo, pues la criptomoneda no cuenta como dinero “real”.
El bitcoin, simplemente, no era negocio para Tesla. ¡Ah! Y además contamina mucho.