Aunque las ventas de coches eléctricos aún son pequeñas, en los próximos años serán las opciones de compra más populares.
Durante el 2021 más compañías anunciaron sus intenciones de producir únicamente coches eléctricos entre 2025 y 2030 en distintas regiones del mundo, por lo que a pesar de que en 2020 las ventas de vehículos eléctricos solo representaron el 4.2% del total de vehículos ligeros, se estima que para 2025 se vendan más de 12,000 millones de estos coches en todo el mundo.
Considerando las ventas entre 2019 y 2020 el crecimiento fue casi del doble al pasar del 2.5 al 4.2%, siendo Noruega, Islandia y Suecia los países con más vehículos eléctricos en el mercado con cuotas del 74.8%, 45% y 32.2% respectivamente.
Sin embargo, los coches eléctricos como cualquier otra tecnología “nueva” tiene sus ventajas y desventajas. Entre los beneficios está el mayor ahorro de gastos para el usuario debido a que la energía eléctrica es más económica que la gasolina, además de que se reduce considerablemente la huella de carbono en comparación con la generada por los miles de millones de coches con motor de combustión.
Sin embargo, comparando un coche tradicional con uno eléctrico, hay 2 cambios importantes con los que el usuario debe tener cuidado para evitar un potencial accidente al utilizarlo.
Riesgo de explosión
El riesgo de explosión siempre está presente en cualquier dispositivo que utilice una batería. En el caso de los coches eléctricos estos utilizan baterías de ion-litio similares a las que lleva tu celular.
¿Cada cuánto ves un celular explotar? Es extraño, pero sucede, y casi siempre se debe a un descuido o mal uso por parte del usuario.